Page 300 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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quam  quid  ageretur  Germani  sentire  possent.  (2)  Qui,
        omnibus  rebus  subito  perterriti,  et  celeritate  adventus
        nostri  et  discessu  suorum,  neque  consilii  habendi  ne­
        que  arma  capiendi  spatio  dato,  perturbantur,  copiasne
         adversus  hostem  ducere,  an  castra  defendere,  an  fuga
         salutem  petere  praestaret.  (3)  Quorum  timor  cum  fre­
         mitu  et  concursu  significaretur,  milites  nostri,  pristini
         diei perfidia incitati,  in castra inruperunt.  (4) Quo  loco
         qui  celeriter  arma  capere  potuerunt  paulisper  nostris
         restiterunt atque inter carros impedimentaque proelium
         commiserunt;  (5) at  reliqua multitudo puerorum mulie-
         rumque (nam cum omnibus suis domo excesserant Rhe-
         numque transierant) passim fugere coepit: ad quos con­
         sectandos  Caesar  equitatum  misit.

            XV.     (1) Germani,  post tergum clamore audito,  cum
         suos  interfici  viderent,  armis  abiectis  signisque  milita­
         ribus relictis,  se ex castris eiecerunt (2) et,  cum ad con­
         fluentem  Mosae *  et  Rheni  pervenissent,  reliqua  fuga



         germanos  pudieran  conocer  lo  que  se  tramaba.  (2)  Aterrados  éstos  súbita­
         mente  por  todos  conceptos,  no  sólo  por  la  rapidez  de  nuestra  llegada  sino
         también por la ausencia de los suyos, sin tiempo para deliberar ni empuñar
         las  armas,  caen  en  gran  confusión  sin  saber  si  debían  lanzar  sus  tropas
         contra  el  enemigo  o  defender  el  campamento  o  buscar  la  salvación  en  la
         huida.  (3)  Conocido  su  temor por el  griterío  y  tumulto,  nuestros  soldados,
         espoleados  por la  traición  de  la víspera,  irrumpieron  contra el  campamen­
         to.  (4)  Allí,  los  que  pudieron  empuñar  pronto  las  armas  opusieron  a  los
         nuestros  alguna  resistencia y trabaron combate entre  los carros y  la impe­
         dimenta; (5) pero la restante multitud de niños y mujeres (pues  habían sali­
         do  de  su  país  y  pasado  el  Rhin  con  todos  los  suyos)  comenzó  a  huir  a  la
         desbandada:  para  perseguirlos  envió  César  la  caballería.
           XV.   (1) Los  germanos,  al oír a sus espaldas el  clamor de los  suyos que
         perecían,  arrojando las armas y abandonando Jas enseñas se echaron fuera
         del  campamento,  (2)  y,  habiendo  llegado  a  la  confluencia  del  Mosa  y  del
         Rhin,  perdida  la  esperanza  de  seguir  huyendo  y  muertos  ya  gran  número
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