Page 334 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
P. 334

ta,  frumento commeatuque nostros prohibere et rem in
         hiemem producere, quod, his superatis aut reditu inter­
         clusis,  neminem  postea  belli  inferendi  causa  in
         Britanniam *  transiturum  confidebant.  (3)  Itaque,  rur­
         sus coniuratione facta, paulatim ex castris discedere ac
          suos  clam  ex  agris  deducere  coeperunt.

             XXXI.     (1)  At  Caesar,  etsi  nondum  eorum  consilia
          cognoverat,  tamen  et  ex  eventu  navium  suarum  et  ex
          eo quod obsides dare intermiserant fore id quod accidit
          suspicabatur.  (2) Itaque,  ad omnes casus  subsidia com­
          parabat.  Nam  et  frumentum  ex  agris  cotidie  in  castra
          conferebat  et,  quae  gravissime  adflictae  erant  naves,
          earum  materia  atque  aere  ad  reliquas  reficiendas  ute­
          batur,  et quae ad eas  res  erant usui ex continenti com­
          portari  iubebat.  (3) Itaque,  cum  summo studio  a militi­
          bus administraretur, xn navibus amissis,  reliquis ut na­
          vigari  commode  posset  effecit.





          se  e  impedir  a  los  nuestros  el  aprovisionamiento  de  trigo,  prolongando  la
          campaña  hasta el  invierno,  porque,  vencidos  éstos o estorbado  su  regreso,
          confiaban  en  que  nadie  volvería  a  pasar  a  Bretaña  para  hacerles  guerra.
          (3)  Así,  pues,  hecha  una  nueva  conjuración,  empezaron  a  marcharse  poco
          a poco del campamento y a convocar ocultamente a los suyos de los campos.
             XXXI.   (1) César,  por su parte,  aun cuando  todavía no  tenía noticia  de
          sus planes, por la desgracia ocurrida a sus naves y por la dilación en darle
          los  rehenes  sospechaba  que  iba  a  suceder lo  que  en  efecto  acaeció.  (2)  En
          vista de ello, hacía acopio de recursos en previsión de cualquier contingen­
          cia.  Pues  diariamente acarreaba trigo de los campos al campamento y em­
          pleaba  la  madera y el bronce  de las naves  más  averiadas  para  reparar las
          otras  y  mandaba  traer  del  continente  todo  lo  que  podía  ser  de  provecho
          a sus planes.  (3) De este modo,  gracias al  celo extraordinario de los  solda­
          dos,  perdiendo  doce  naves,  logró  que  con  las  otras  pudiera  navegarse
          cómodamente.
                                   68
   329   330   331   332   333   334   335   336   337   338   339