Page 54 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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iugum  montis  ascendere  iubet;  quid  sui  consilii  sit
        ostendit.  (3)  Ipse  de  quarta  vigilia,  eodem  itinere  quo
        hostes  ierant  ad  eos  contendit  equitatumque  omnem
        ante se mittit. (4) P. Considius, qui rei militaris peritis-
        simus  habebatur  et  in  exercitu  L.  Sullae  et  postea  in
        M. Crassi fuerat, cum exploratoribus praemittitur.

           XXII.      (1)  Prima  luce,  cum  summus  mons  a  Tito
        Labieno  teneretur,  ipse  ab  hostium  castris*  non  lon­
        gius  mille  et  quingentis  passibus*  abesset,  neque,  ut
        postea  ex  captivis  comperit,  aut  ipsius  adventus  aut
        Labieni  cognitus  esset,  (2)  Considius  equo  admisso  ad
        eum  accurrit;  dicit  montem  quem  a  Labieno  occupari
        voluerit ab hostibus teneri;  id se a Gallicis armis atque
        insignibus  cognovisse.  (3)  Caesar  suas  copias  in  proxi­
        mum collem subducit, aciem instruit.  Labienus, ut erat
        ei praeceptum a Caesare ne proelium committeret, nisi
        ipsius  copiae prope hostium  castra visae essent,  ut un­
        dique uno tempore  in  hostes  impetus  fieret,  monte oc­
        cupato  nostros  exspectabat  proelioque  abstinebat.  (4)


        reconocido  el  camino,  suba  a  la  cima  dei  monte;  manifiéstale  cuál  es  su
        pensamiento.  (3)  Él,  por  su  parte,  se  dirige  tres  horas  más  tarde  hacia
         los  enemigos  por  el  mismo  camino  que  éstos  habían  seguido,  poniendo
        en  vanguardia  toda  la  caballería.  (4)  P.  Considio,  a  quien  se  consideraba
         como  muy  experto  en  materias  militares  y  había  estado  en  el  ejército  de
        L.  Sila  y  luego  en  el  de  M.  Craso,  es  destacado  delante  con  los  explora­
         dores.
          XXII.   (1)  Al  despuntar  el  día,  estando  ya  la  cumbre  del  monte  ocu­
         pada  por  Labieno,  y  César  mismo  a una  distancia  de  los  enemigos  no ma­
         yor  de  mil  quinientos  pasos,  sin  que  éstos,  como  luego  averiguó  por  los
         cautivos,  supieran  nada  de  su  Uegada  ni  de  la  de  Labieno,  (2)  Considio
         galopa  hacia  él  a  rienda  suelta;  dícele  que  el  monte  que  había  mandado
         ocupar a  Labieno estaba  en  poder  de  los  enemigos;  que  él  lo  había  cono­
         cido  por  las  armas  y  divisas  de  los  galos.  (3)  César  Ueva  ocultamente
         sus  fuerzas  hasta  un  collado  próximo  y  las  pone  en  orden  de  batalla.
         Labieno,  habiéndole  ordenado  César  que  no  trabase  combate  mientras  no
         apareciesen  sus  fuerzas  cerca  del  campamento  de  los  enemigos,  a  fin  de
         arremeter  por  todas  partes  a  la  vez  contra  éstos,  después  de  ocupar  el
         monte  se  mantenía  a  la  espera  de  los  nuestros  sin  presentar  batalla.
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