Page 72 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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agros et cultum et copias Gallorum homines feri ac
barbari adamassent, traductos plures: nunc esse in
Gallia ad centum et XX milium numerum. (6) Cum his
Haeduos eorumque clientes semel atque iterum armis
contendisse: magnam calamitatem pulsos accepisse,
omnem nobilitatem*, omnem senatum, omnem equita
tum* amisisse. (7) Quibus proeliis calamitatibusque
fractos, qui et sua virtute et populi Romani hospitio
atque amicitia plurimum ante in Gallia potuissent,
coactos esse Sequanis obsides dare nobilissimos civita
tis* et iure iurando civitatem obstringere sese neque
obsides repetituros neque auxilium a populo Romano
imploraturos neque recusaturos quo minus perpetuo
sub illorum dicione atque imperio essent. (8) Unum se
esse ex omni civitate Haeduorum qui adduci non po
tuerit ut iuraret aut liberos suos obsides daret. (9) Ob
eam rem se ex civitate profugisse et Romam ad sena
tum* venisse auxilium postulatum, quod solus neque
iure iurando neque obsidibus teneretur. (10) Sed peius
victoribus Sequanis quam Haeduis victis accidisse,
propterea quod Ariovistus, rex Germanorum, in eorum
do aquellos hombres feroces y bárbaros a los campos, a la cultura y a las
riquezas de los galos, habían pasado muchos más; ahora había en la Ga
lia hasta ciento veinte mil. (6) Con éstos habían luchado los heduos y sus
partidarios repetidas veces y, habiendo sido derrotados, se hallaban en
gran miseria, después de perder toda la nobleza, todo el senado, toda la
caballería. (7) Quebrantados por estas luchas y desastres, ellos, que por su
propio valor y por la protección y amistad del pueblo romano habían
sido antes los más poderosos de la Galia, se hablan visto obligados a
entregar a los secuanos como rehenes las personas más nobles de su
pueblo y a obligarse con juramento a no reclamar los rehenes, ni pedir
auxilio al pueblo romano, ni tratar jamás de levantarse contra el dominio
y tiranía de aquéllos. (8) Él era el único de todo el pueblo heduo a quien
no habían podido obligar a jurar ni a entregar sus hijos como rehenes.
(9) Por aquel motivo había huido de su patria y acudido a Roma a soli
citar auxilio ante el Senado, puesto que era el único que no estaba ligado
ni por juramento ni por rehenes. (10) Pero aún peor les había ido a los
secuanos vencedores que a los vencidos heduos, pues Ariovisto, rey de
los germanos, se había establecido en sus tierras y había ocupado la ter-
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