Page 156 - Debate anti-utopico
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156 Debate Anti - utópico
Las políticas públicas fueron únicamente una retórica de moder-
nización, sin su correlato efectivo de instituciones nuevas y un servicio
civil realmente sólido, además de que el Poder Ejecutivo siempre estuvo
doblegando al Legislativo, lo cual impidió la generación de nuevos equi-
librios de transformación estatal a partir de resultados viables y la plena
obediencia a la autonomía de poderes. El Poder Judicial también fue
sometido a las arbitrariedades de Sánchez de Lozada, de forma tal que
todo giraba en torno a compadrería en la política, erosionándose cual-
quier intento de consolidación democrática.
El trabajo gubernamental se desarrolló mientras hubo el incentivo
de los organismos internacionales que prohijaron la orientación y diseño
de las políticas públicas, pero no hubo compromiso con una mirada de
largo plazo para cambiar Bolivia desde las bases, pues el mismo Sánchez
de Lozada tenía una personalidad distante de la historia boliviana pro-
funda, transpirando arrogancia por el hecho de que el país continuaba
con una tradición chola e indígena, la cual repudiaba. El gonismo se vio
a sí mismo como el único medicamento para modernizar y occidentali-
zar de una vez por todas a la nación boliviana, sin pensar si ésta existe
como unidad cultural e identidad política duradera (Greenberg, 2009).
La ausencia de hegemonía
El caudillismo de Sánchez de Lozada se desarrolló en un entorno plena-
mente democrático, permitiendo al MNR ser un actor central durante las
negociaciones para articular gobiernos de coalición, de tal manera que
el gonismo transmitió la idea de un liderazgo capaz de otorgar estabili-
dad al sistema, facilitar la implantación de consensos políticos y mostrar
signos de renovación para lo cual su acento inglés y mal uso del lenguaje
español le dieron un toque pintoresco que fue aprovechado como nove-
dad por la televisión.