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rigor y de precisión. El tratado más destacado de esta época es De diversis artibus,
escrito por el monje Teófilo, que puede fecharse en el año 1130. Se presenta en
forma ele tres libros que abordan sucesivamente la pinl·ura, el trabajo del vidrio y
la orfebrería. En la sección sobre pintLtra el autor ofrece excelentes recetas para la
preparacion de los colores y las tintas, pero sobre todo destacan, por la innovación
que suponen, las recomendaciones sobre su uso en sus respectivos soportes.
El tercer período abarca desde el principio del siglo xtv hasta 1500. Una de las
obras más notables de dicho período es el famoso lL Libro clell'Arte,* de Cennino
Cennini, pintor italiano de mediados del siglo XIV que fue discípulo de Agnolo Gaddi.
Aunque la mayoría de las obras de Cennini han desaparecido, nos ha quedado su
manual dirigido a pintores y miniaturistas. En esta compilación proporciona
información sobre la trituración de los colores y la confección de pinceles, así como
el modo de proceder para la realización de los motivos propiamente dichos. Il Libro
cleii'Arte constituye una de las principales fuentes de información sobre técnicas
artísticas de finales del medievo. En 1873 Albert Lecoy de La Marche descubrió en
la Biblioteca Nacional de Nápoles un pequeño tratado de finales del siglo XIV
redactado por un autor italiano anónimo, probablemente napolitano. Este manuscrito,
que parece ser el más completo jamás escrito, lleva por título De Arte ffluminandi.**
El autor indica que «hay ocho colores necesarios para la iluminación, a saber: el
negro, el blanco, el amarillo, el azul. el violeta, el verde, el rojo y el rosa. Estos colores
se obtienen por fabricación o proceden directamente de la naturaleza, ya sea bajo
forma mineral o vegetal. El negro se obtiene de la tierra negra o de la piedra; se
consigue con sarmientos de viña u otras maderas carbonizadas, con humo de cirio o
de candil de aceite, con la sepia que se recoge en una escudilla de cristal. El blanco se
hace con plomo o con cerusa. El rojo se extrae de una tierra rojiza llamada macra;
el que se llama de cinabrio se hace con azufre y con argento vivo o mercurio; el que
se llama de minio se hace con plomo. El amarillo proviene de una tierra amarilla
llamada uropimente, del telefio o del azafrán; se fabrica también con la raiz de la
cúrcuma. El giallolino o amarillo pálido se elabora con el glasto. Los azules naturales lluminilción marginal con motivos nornlcs de
son el azul de ultramar y el azul de Alemania; el azul vegetal se hace con la planta un manuscrito francés de principios del
~iglo xv, hacia 1420. En este ejempl(lr,
que se denomina tornasol y que tan1bién da el violeta. El verde viene de la tierra
procedente de un libro de horas, se despliega
verde o del verde azul (piedra armenia); también se saca del bronce, del lirio azul la rica paleta del mimaturisla de la época.
y de una pequeña ciruela llamada prugnam.erola por el pueblo de Roma, donde El rojo de la manzana central es cinnbrio.
Arrihn, c•n la inicial C, vemos un rojo de minio,
abunda. El rosa o la roseta, que se utiliza sobe pergamino para trazar los contornos
mils anaranjado. El gran motivo azul en forma
de las hojas o el cuerpo de las letras, se fabrica con excelentes palos brasiJ.» de lollajc es lapislázuli, reconocible por su
Aunque en la actualidad la mayoría de la gente no tritura sus propios colores, textura granulosa. El color rosa viejo de la
S e& roseta, una mezcla de madera roja y de
proporcionaremos aquí las siguientes instrucciones a modo de documento histórico
cerusa. Las dos peque•ias hojas verde; en el
y para satisfacer la curiosidad del lector. Veremos así el modo en que, según De 1\rle extremo superior están pintadas con verde de
11/uminandi, deben molerse y diluirse los colores antes de aplicarlos: «Casi todos los Espai1a. Todos los renlces están hechos con
colores con cuerpo se trituran sobre piedra de pórfiro con agua ordinaria; se colocan cerusa, pigmento que tiene la propiedad ele
permanecer blanco desde la primera pincelada.
a continuación en peque1'las vasijas de tierra o de vidrio, donde se renueva el agua a
En cuanto a los dorados, los vemo& aquí de dos
medida que se evapora o se corrompe. Solo el verde de bronce se tritura con vinagre, tipos: el oro en concha, menos brillante y liso,
con jugo de lirio u otras sustancias. l"ara el azul de ultramar, hay que purificarlo y el JJ:ln de oro, normt1lmcnle rodeado de un
filete en negro de humo.
añadiendo una ligera dosis de sal amoníaca y después filtrarlo al través de un paño.
El awl de Alemania adquiere una mayor finura si se tritura con un agua engomada • Traducido al ingt~s por D. V. Thompson en dos
volúmenes, Yale Univer~i1y Press, •933· El segundo
bastante espesa. Cada vez que queramos trabajar el azul con el pincel hay que volumen fue recdilado por Oovcr en '954·
mojarlo en agua engomada; algunos atiaden dos o tres gotas de clara de huevo. •• Tnulucido al ínglé; po•· O. V. Thompson y
Cuando se desee utilizar con la pluma para el cuerpo de las letras, es aconsejable G.H. Hnmilcon, Yate Univcrsily Press, •9Jl. Alberl
Lecoy de La Marche publicó este 1ex1o en 1887 bajo
mezclarlo también con una de estas sustancias y si el azul de Alemania no es cllllulo •l'an d'enlumint>r, manuellechnoque du
hem1oso, se tritura sobre la piedra con un poco de cerusa.» x.V' síecle•. en Exrrait des mcmoirt>s di' la sociéte
11otionole des A11tiquaires de France, XLV II, París,
1887. Fue reediladu por Ernesl Leroux Pll o8qo.
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