Page 150 - La Traición de Isengard
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Aquí mi padre se interrumpió, y sin borrar lo que había escrito comenzó de
nuevo en el curso de la segunda frase.
y cabalgué alrededor de las fronteras de la Comarca, porque tenía el
presentimiento de un peligro que todavía estaba oculto. No descubrí nada, aunque
me topé con varios fugitivos, y me dio la impresión de que sentían muchos
miedos de los que no podían hablar. Subí desde el Sur a lo largo del Camino
Verde, y no lejos de Bree tropecé con un hombre sentado al borde del camino.
Su caballo [? moteado de gris] pacía cerca. Al verme, se puso en pie de un salto
y me saludó. Era Radagast, mi primo, [161] que en un tiempo vivió en la frontera
sur del Bosque Negro. No lo veía desde hacía años. “Te estoy buscando”, dijo.
“Pero soy un extraño en estos sitios, y me llegó el rumor de que te encontrabas
en una tierra llamada con un nombre extraño: la Comarca.” “Y así es”, contesté,
“y tú estás cerca… [? Río] pero [? lejos] al Este. ¿Para qué querías verme con
tanta urgencia?”. Porque él nunca había sido un gran viajero.
» Entonces me contó las terribles noticias y me reveló lo que yo había temido
sin saberlo. Esto es lo que dijo: “Los Nueve Espectros están libres. El Enemigo
debe de tener una necesidad grande y urgente, pero no alcanzo a imaginar qué lo
trae a estas desoladas… regiones donde los hombres y la riqueza son escasos”.
“¿Qué quieres decir?”, pregunté. “Los Nueve vienen hacia aquí”, contestó. “Los
hombres y las bestias huyen a su paso.” [Añadido a lápiz: Han tomado el aspecto
de jinetes vestidos de negro, como en el pasado.]
» Entonces se me encogió el corazón durante un momento; pues el Jefe de los
Nueve era desde hacía tiempo el más grande de todos los magos de Hombres, y
yo carezco de poder para resistir a los Nueve Jinetes cuando los conduce él.
» “¿Quién te envió?”, pregunté. “Fue Saruman el [Gris >] Blanco”, [162]
respondió [añadido a lápiz: “y me mandó decirte que aunque el asunto es
demasiado grande para ti, él te ayudará, pero debes solicitárselo enseguida, lo
que me pareció bien”.]. Y entonces tuve alguna esperanza. Porque Saruman el
[Gris >] Blanco es, como sabéis, el más grande entre nosotros, y fue el jefe del
Concilio Blanco. Radagast el Gris [a lápiz > Pardo] es, por supuesto, un maestro
[163]
de formas y tonalidades, y sabe mucho [157] de bestias, aves y hierbas;
pero Saruman estudió hace tiempo las artes del Enemigo para derrotarlo, y el
saber de los anillos era su conocimiento especial. El último de los 19 anillos que
tenía… [164]
» “Iré a ver a Saruman”, dije. “Entonces tienes que ir ahora”, indicó
Radagast, “pues queda poco tiempo, y aunque partieras en el acto es difícil que
llegaras a él antes de que los Nueve crucen los Siete Ríos. [165] Por mi parte,
montaré a caballo y me marcharé en este instante, ya que mi misión ha