Page 168 - La Traición de Isengard
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—En cualquier caso —dijo Glorfindel—, su terreno se encuentra muy lejos;
y el Anillo ha viajado desde su casa hasta aquí a costa de muchos peligros. Para
regresar, tendría que pasar todavía por más peligros. Si hay que esconder el
Anillo, deberá ser aquí en Rivendel… si Elrond tiene la fuerza suficiente para
resistir la llegada de Sauron al final, cuando todo lo demás haya sido conquistado.
—No la tengo —dijo Elrond.
—En ese caso —continuó Glorfindel—, sólo nos quedan dos cosas por
intentar: podemos enviar el Anillo al Oeste, más allá del Mar, o podemos
destruirlo. [200]
—Existe gran peligro en los dos caminos, pero más esperanza en el primero
—dijo Erestor—: debemos enviar el Anillo al [181] Oeste Porque no podemos,
como ha revelado Gandalf, destruirlo con nuestros medios; para hacerlo tenemos
que mandarlo al Fuego. Pero de todos los viajes, ése es el más peligroso, conduce
directamente a las fauces del Enemigo.
—Yo pienso lo contrario —dijo Glorfindel—. El peligro del camino de la
huida ahora es mayor; pues mi corazón me dice que Sauron, cuando llegue a sus
oídos lo que ha sucedido, esperará que tomemos el occidental. Hemos huido
demasiadas veces, y pocas hemos ido contra él. Tan pronto como le lleguen
noticias de que alguien desde Rivendel viaja hacia el oeste, lo perseguirá sin
demora, y enviará a sus secuaces delante de nosotros para destruir los Puertos
con el fin de frenarnos el paso. Sea como fuere, esperemos que bajo ningún
concepto ataque las Torres y los Puertos con el fin de cerrarle a los Elfos toda vía
de escape de las sombras de la Tierra Media.
—Entonces, hay dos rumbos —dijo Erestor— y los dos sin esperanza. ¿Quién
nos resolverá este enigma?
—Nadie aquí puede hacerlo —dijo Elrond gravemente—. Al menos nadie
puede decir qué pasará si tomamos este camino o el otro. Pero ahora no es difícil
elegir qué camino es el correcto. Hay que enviar el Anillo al Fuego. Todo lo
demás no es más que un aplazamiento de nuestra misión. En el Anillo Único está
oculto gran parte del poder antiguo de Sauron antes de que se lo venciera por
primera vez. Aunque ni él mismo lo ha recuperado todavía, ese poder aún vive
[tachado: y trabaja por él y hacia él]. Mientras el Anillo permanezca en tierra o
mar, no lo venceremos. Tendrá esperanzas; y crecerá, y todos los hombres se
entregarán a él. Y el miedo de que el Anillo vuelva a caer en sus manos pesará
en nuestros corazones, y la guerra jamás cesará.
» Sin embargo, es como dice Glorfindel: el camino de la huida ahora es el
más peligroso. Pero por el otro camino, con velocidad y cautela, los viajeros
pueden avanzar mucho sin ser descubiertos. No digo que haya grandes
esperanzas en este rumbo; sin embargo, en los otros hay menos, y ningún bien
duradero.