Page 232 - La Traición de Isengard
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momento en que los Elfos colocan las flechas en los arcos, Frodo los detiene.
Gollum siente el peligro y desaparece.
Al día siguiente los Elfos los conducen a El Ángulo.
Después de la canción de Legolas, la narrativa continúa:
La voz se le quebró y guardó silencio. —No recuerdo todas las palabras —
dijo—. Es una hermosa canción, y éste no es más que el comienzo, pues es larga
y triste. Cuenta las desventuras que cayeron sobre Lothlórien, Lórien de las
flores, cuando el mundo se oscureció y los enanos despertaron el mal en las
Montañas.
—Pero los enanos no hicieron el mal —dijo Gimli.
—Yo no dije eso —respondió Legolas tristemente—. Pero el mal vino. Y se
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dijo que Linglorel se perdió. Porque así se llagaba la doncella, y le dieron el
mismo nombre a los saltos de la [264] montaña que ella amaba: cantaba al lado
de las cascadas tocando un arpa. Dicen que en la primavera, cuando el viento
mueve las primeras hojas, aún puede oírse el eco de su voz. Pero los elfos de su
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estirpe se marcharon, y ella se perdió en los pasos de las montañas, y ya
nadie sabe dónde puede estar ahora. En la canción se dice que el barco élfico
esperó en los puertos mucho tiempo por ella, pero por la noche se levantó un
viento que 1o llevó al Oeste; y cuando Ammalas, [297] su amante, vio que la
tierra se encontraba lejos, saltó al mar, pero no se cuenta si alguna vez retornó a
la Costa Citérea y encontró a Linglorel.
» Se dice que Linglorel tenía una casa construida en las ramas de un árbol,
pues tal era la costumbre de los Elfos de Lórien, y quizá todavía lo sea; por eso se
los llamó los Galadrim, las Gentes de los Arboles. [298] En lo más profundo del
bosque los árboles son muy altos y fuertes. Y nuestra gente no cavó en la tierra ni
construyó fortalezas hasta que llegaron las Sombras [léase Sombra].
—Y aún ahora, en estos días, podría decirse que vivir en los árboles es más
seguro que sentarse en el suelo —dijo Gimli.
Miró más allá del agua el camino que llevaba de vuelta al Valle del Arroyo
Sombrío, y luego alzó los ojos hacia la bóveda de ramas oscuras que había sobre
ellos.
—Tus palabras nos traen un buen consejo, Gimli —dijo Aragorn—. [299] No
tenemos tiempo para construir una casa, pero esta noche haremos como los
Galadrim y buscaremos refugio en las copas de los árboles, si podemos. Hemos
estado sentados aquí junto al camino más de lo prudente.
La Compañía dejó ahora el sendero y se internó en las sombras más
profundas del bosque, hacia el oeste, lejos del Raíz Negra. No lejos de los saltos