Page 252 - La Traición de Isengard
P. 252
verlos alguien de la Tierra Media. [349] Pero son sabios los que pueden discernir
[a] cuál de [estas] tres pertenecen [las] cosas que ven.
Al fin Frodo se inclinó sobre el pilón. El agua parecía dura y negra. Unas
estrellas brillaban allí. Luego, se apagaron. El velo oscuro se retiró en parte, y
brilló una luz gris; en la distancia había montañas, un camino largo se alejaba
serpenteando hasta perderse de vista. A lo lejos venía una figura lentamente:
pequeña al principio, pero poco a poco se acercó. De pronto Frodo vio que era
como la de Gandalf. Tan clara era la visión que casi pronunció en voz alta el
nombre del mago. Entonces vio que la figura estaba vestida de blanco, no de gris,
y que llevaba un báculo blanco. Tomó una curva del camino y desapareció con
la cabeza tan inclinada que no pudo verle la cara. La duda entró en él: ¿era una
imagen de Gandalf en uno de sus muchos viajes de otro tiempo, o era Saruman?
[350]
Muchas otras visiones pasaron una detrás de la otra sobre el agua. Una ciudad
con altas murallas de piedra y siete torres, un río grande que atravesaba una
ciudad en ruinas, y luego, grandiosa y extraña pero a la vez reconocida en el
acto: una orilla pedregosa, y un mar oscuro en el cual un sol rojo sangre se
hundía entre nubes negras, y un barco, oscuramente perfilado, se hallaba cerca
del sol. Oyó el débil suspiro de las olas sobre la playa. Entonces… casi oscura y
vio a una figura pequeña corriendo… supo que era él mismo, y detrás de él [?
agachada en el suelo] venía otra figura negra con brazos largos que se movía
rápidamente como un perro de presa. [351] Se apartó temeroso y no quiso mirar
más.
—No juzgues estas visiones —dijo Galadrien— hasta que se muestre si son
verdaderas o falsas. Pero no pienses que cantando bajo los árboles [?y solos], o
con las débiles flechas de [?muchos] arcos, defendemos Lothlórien de los
enemigos que nos jadean. Te digo, Frodo, que aun mientras te hablo veo al Señor
Oscuro y sé parte de lo que piensa… y él no deja de intentar ver [296] a través
de mí: pero la puerta está cerrada. —Extendió las manos hacia el Este en un
[352]
ademán de rechazo. Un rayo de la Estrella de la Tarde brilló claro en el
cielo, tan claro que la columna debajo del pilón proyectó una sombra débil. El
rayo iluminó el anillo de ella y resplandeció. Frodo lo miró con respetuoso temor.
—Sí —dijo ella, adivinando sus pensamientos—, no está permitido hablar de él, y
Elrond [? dijo no]. Pero en verdad es en Lothlórien que está uno: el Anillo de la
Tierra, y yo soy su guardiana. [353] Él lo sospecha, pero no lo sabe. ¿Entiendes
ahora por qué tu venida es para nosotros el cumplimiento del Destino? Pues si
fracasas, caeremos indefensos en manos del Enemigo Pero si triunfas, entonces
nuestro poder decrecerá y lentamente Lothlórien se debilitará. [354]
Frodo bajó la cabeza.
—¿Y vos qué deseáis? —preguntó al fin.