Page 408 - La Traición de Isengard
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se  entrecruzaban  y  entretejían;  y  a  medida  que  el  Ent  se  acercó,  los  árboles
      levantaron las ramas, y todas las hojas se estremecieron y susurraron. Pues eran
      árboles perennes, y las hojas eran oscuras y lustrosas como las hojas del roble de
      la isleta.
        Más allá se abría un espacio amplio y liso, como el suelo de una sala enorme,
      tallado en la ladera de la colina. A cada lado se elevaban las paredes, hasta una
      altura de cincuenta pies o más, y a lo largo de las paredes crecía una hilera de
      árboles: dos líneas largas de árboles cada vez más altos. La pared del fondo era
      perpendicular, pero al pie habían cavado una abertura de techo abovedado: el
      único techo, excepto las ramas de los árboles, que daban sombra a todo el suelo
      dejando sólo un pasillo / senda en el medio. Un pequeño arroyo escapaba del
      manantial de arriba del Entaguas y abandonando el curso mayor caía tintineando
      por la cara perpendicular de la pared, derramándose como una cortina clara de
      gotas de plata delante de la abertura abovedada. Se juntaba de nuevo en [una]
      concavidad verde de piedra, y desde allí corría bajando por el pasillo / senda y
      salía a reunirse con el Entaguas en su viaje a través del Bosque.
      Todos  los  insignificantes  y  meticulosos  cambios  de  palabra  y  ritmo  que
      diferencian esto del texto de DT se introdujeron en la escritura de la copia en
      limpio del manuscrito.
        Hay  algunos  puntos  pequeños  y  particulares  que  merecen  la  pena
      mencionarse  en  esta  primera  parte  del  capítulo.  En  la  copia  en  limpio,  que
      corresponde  a  DT,  pp.  81-82  (el  pasaje  carece  de  borrador  independiente),  la
      altura de Bárbol se cambió de diez pies a doce, y luego a catorce; dice que si no
      hubiera visto a los hobbits antes de oírlos « Os habría aplastado con mi garrote» ;
      y  su  exclamación  « ¡Raíces  y  brotes!»   reemplazó  a  « ¡Qué  se  agriete  mi
      madera!»  [536]
        Cuando Merry (Pippin en el borrador) sugirió que Bárbol debía [487] estar
      cansándose de tenerlos alzados (DT, p. 85), él contesta, tanto en el borrador como
      en la copia en limpio: « —Hm, ¿cansado? ¿Cansado? ¿Qué es eso? Ah, sí, ya
      recuerdo. No, no estoy cansado» ; y luego dice, cuando llegan a la casa de los
      Ents, que quizás ellos estén « lo que vosotros llamáis “cansados”» .
        El  primer  desarrollo  importante  procedente  del  texto  original  llega  con  el
      largo  y  triste  discurso  de  Bárbol  sobre  Lórien  y  Fangorn,  mientras  llevaba  a
      Merry y a Pippin a través de los bosques (DT, pp. 87-89). Al principio dijo:
      —… Ni este país ni ninguna otra cosa fuera del Bosque de Oro son lo que eran
      cuando  Keleborn  era  joven.  Tauretavárea  tumbalemorna  Tumbaletaurea
            [537]
      landataváre,    Eso  es  lo  que  solían  decir.  Pero  hemos  cambiado  muchas
      cosas. (Se refiere a que han arrancado árboles de corazón podrido como los que
      hay en el Bosque Viejo.)
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