Page 58 - La Traición de Isengard
P. 58

le interesa a usted. El  señor  Trotter  puede  tener buenos  motivos  para  espiar y
      escuchar indiscretamente; pero si es así, le aconsejaré que se explique.
        —¡Bien respondido! —dijo Trotter riéndose—. Pero espere a que Mantecona
      pueda hablar en privado con usted… y no tardará en descubrir cómo se puede
      adivinar su nombre, y por qué puede resultar interesante en Bree. En cuanto a
      mí:  estaba  buscando  al  señor  Frodo  Bolsón,  porque  se  me  había  dicho  que  lo
      buscase. Ya les he dado pistas, que ustedes han comprendido bastante bien, de
      que conozco el secreto que guardan.
        » ¡No se alarmen! —gritó al tiempo que Frodo se ponía de pie y Sam daba un
      salto con aire amenazador—. Cuidaré el secreto mejor que ustedes. Pero ahora
      será mejor que les cuente algo más sobre mí.
        En ese momento lo interrumpió un golpe en la puerta. El señor Mantecona
      había traído unas velas…
        Ahora, Mantecona sólo tiene noticias que comunicar de los Jinetes Negros. La
      historia que cuenta es como la de antes (RS 420-423), pero el primer Jinete pasó
      por Bree el martes, no el lunes anterior; tres y no cuatro llegaron hasta la puerta
      de la posada y, por supuesto, no menciona que Gandalf y « Bolsón»  (Odo) hayan
      partido hacia el este. La conversación continúa:
        —« ¡Bolsón!» ,  exclamé.  « Si  están  buscando  hobbits  con  ese  nombre,  será
      mejor que lo hagan en la Comarca. No hay ninguno en Bree. La última vez que
      uno con ese nombre vino por aquí fue hace casi veinte años. [46]    Era  el  señor
      Bilbo  Bolsón,  que  había  desaparecido  de  Hobbiton:  se  marchó  al  Este  hace
      mucho tiempo.»
        » Al escuchar el nombre, contuvo el aliento y se irguió. [54] Luego, volvió a
      encorvarse sobre mí. “Pero también está Frodo Bolsón”, dijo [47]  con un susurro
      como un cuchillo. “¿Se encuentra aquí? ¿Ha estado? ¡No nos mientas!”
        » Yo me estremecí, se lo aseguro; pero también me encontraba furioso. “La
      respuesta es no”, contesté, “y aquí no recibirá mentiras, así que es mejor que sea
      educado. Si tiene algún mensaje para alguien, déjelo aquí que yo lo entregaré”.
      “El mensaje es espera”, dijo. “Puede que regresemos.” Con esas palabras, los
      tres dieron vuelta a sus caballos y partieron, adentrándose en la niebla. Y ahora,
      señor Verde, ¿qué le parece eso?
        —Pero preguntaron por Bolsón, ha dicho, no por Verde —comentó Frodo con
      cautela.
        —¡Ah!  —exclamó  el  posadero  con  un  guiño  cómplice—.  Pero  querían
      noticias de hobbits que habían salido de la Comarca, y un grupo así no viene muy
      a menudo por aquí. Sería muy raro que hubiese dos grupos diferentes. Y en lo
      que respecta a Bolsón: he oído ese nombre antes. El señor Bilbo vino aquí en más
   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63