Page 61 - La Traición de Isengard
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vendería cualquier cosa a cualquiera; o haría daño por el placer de hacerlo.
        Desde aquí (las palabras de Frodo « ¿Qué vendería Helechal?» ), [57] se ha
      llegado en gran parte al texto de CA, hasta la pregunta de Trotter: « ¿No le es
      suficiente?» . Luego, sigue:
        Frodo no contestó. Miró a Trotter: sombrío, salvaje y con ropas toscas. Era
      difícil saber qué hacer, o estar seguro de su buena voluntad. De todas formas,
      había tenido éxito en una cosa: consiguió que Frodo sospechara de todos, incluso
      del  señor  Mantecona.  Y  todas  sus  advertencias  bien  se  podrían  aplicar  a  él
      mismo.  Bill  Helechal,  Trotter:  ¿cuál  era  el  que  con  más  probabilidad  lo
      traicionaría? ¿Y si Trotter los conducía a tierras salvajes, a « algún oscuro lugar
      lejos de ayuda» ? Todo lo que había dicho tenía un curioso doble filo. Exhibía un
      semblante oscuro, pero había algo en su cara que era extrañamente atractivo.
        El silencio creció, y todavía Frodo no encontró ninguna respuesta.
        —Hay una pregunta evidente que aún no ha formulado —comentó Trotter
      tranquilamente—.  No  me  ha  preguntado:  « ¿Quién  le  dijo  que  nos  buscara?» .
      Puede preguntarlo antes de que decida confundirme con Bill Helechal.
        —Lo siento —tartamudeó Frodo; pero en ese momento se escuchó un golpe
      en la puerta. Ahí estaba el señor Mantecona con unas velas…
        La  interrupción  del  señor  Mantecona  tiene  lugar  estructuralmente  en  el
      mismo  punto  que  en  CA  (p.  233),  aunque  la  conversación  que  interrumpe  es
      bastante diferente. Ahora Trotter se retira a un rincón oscuro, y cuando Nob se
      hubo  marchado  con  las  jarras  de  agua  caliente  a  los  dormitorios,  el  posadero
      comenzó así:
        —Me pidieron que buscase a unos hobbits, a un tal Bolsón sobre todo.
        —¿Y eso qué relación tiene conmigo? —preguntó Frodo con cautela.
        —¡Ah!  —exclamó  el  posadero  con  un  guiño  cómplice—.  Usted  debería
      saberlo mejor que nadie; pero el viejo Barnabas puede sumar dos más dos, si le
      conceden  tiempo.  Los  grupos  de  la  Comarca  no  pasan  hoy  por  aquí  muy  a
      menudo, pero me dijeron que estuviera atento a uno casi por esta época. Sería
      extraño que no hubiera ninguna relación, si usted me entiende. [58] Y en lo que
      respecta a Bolsón, he oído ese nombre antes. El señor Bilbo vino aquí en más de
      una ocasión, y de la Comarca han salido historias curiosas desde su partida: dicen
      que desapareció con un relámpago mientras estaba hablando. No es que yo me
      crea  todas  las  historias  que  salen  del  Oeste…  pero  aquí  está  usted,  que
      desaparece  en  medio  de  una  canción,  en  mi  propia  casa.  Quizá  lo  hizo,  quizá
      hubo un error, pero me puse a pensar. Y cuando tengo tiempo de rascarme la
      cabeza,  recuerdo  que  sus  amigos  lo  llaman  Frodo;  así  que  empiezo  a
      preguntarme  si  luego  no  irá  Bolsón. [49]   Pues  es  a  Frodo  Bolsón  a  quien  me
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