Page 69 - La Traición de Isengard
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desenvainado una luz helada. Se oyó un golpe, sordo pero pesado, y la puerta se
      estremeció.
        —¡Abre en nombre de Sauron! —dijo una voz atiplada y amenazadora. Otro
      golpe, y las maderas estallaron y la cerradura saltó en pedazos, y la puerta cedió
      y cayó hacia atrás. Las formas negras entraron precipitadamente.
        En  ese  momento,  entre  los  árboles  cercanos,  sonó  un  cuerno.  Desgarró  la
      noche como un fuego en lo alto de una loma, produciendo ecos sobre la tierra.
      ¡Despertad! ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Enemigos! ¡Despertad! Alguien estaba soplando el
      Cuerno de Llamada de Los Gamos, que no había sonado desde hacía un siglo,
      desde el Invierno Cruel cuando habían aparecido los lobos blancos y las aguas del
      Brandivino  estaban  heladas.  A  lo  lejos [64]   se  oyeron  las  respuestas  de  otros
      cuernos.  Sonidos  lejanos  de  despertar  y  alarma  surcaron  la  noche.  Todo  Los
      Gamos despertó.
        Las figuras negras escaparon rápidamente de la casa. Afuera en el sendero
      se oyó un ruido de cascos, y enseguida un galope que se alejó martillando las
      tinieblas. Detrás de ellos marchaba un caballo blanco. Lo montaba un anciano
      vestido  de  gris,  con  unos  largos  cabellos  plateados  y  una  barba  ondeante.  Su
      cuerno  todavía  sonaba  sobre  colina  y  valle.  En  su  mano  derecha  ardía  y
      flameaba una vara como un haz de rayos. [65]   A su espalda, [67] aferrándose a
      su  capa,  iba  un  hobbit.  Gandalf  y  Hamilcar  cabalgaban  hacia  la  Puerta  del-
      Norte, y los Jinetes Negros huían delante de ellos. Pero habían averiguado lo que
      deseaban saber: Cricava estaba vacía y el Anillo había desaparecido.
        La historia aquí debería decir que Gandalf y Hamilcar salieron de la casa por
      la  puerta  de  atrás,  como  lo  hizo  Fredegar  Bolger  en  CA  (p.  247),  pero  luego
      esperaron entre los árboles que rodeaban el espacio abierto en el que se alzaba la
      casa. Una nota añadida al esquema de tiempo B (p. 18) parece encajar con esta
      versión:  « Los  Jinetes  Negros  entraron  furtivamente  en  Los  Gamos,  pero
      demasiado  tarde  para  ver  partir  a  Frodo.  Lo  rastrearon  hasta  Cricava  y  lo
      vigilaron, y vieron entrar a Gandalf. Sin embargo, Gandalf (y Ham fingiendo ser
      Frodo) se marchó al galope la noche del 29 de sept.» .
        Otro texto corto, escrito en el mismo trozo de papel y, evidentemente, en la
      misma época que el que se acaba de dar, proporcionaba sólo el final del episodio;
      y en este texto, que posteriormente fue tachado, no se menciona a Gandalf:
      Ham Bolger estaba tocando el Cuerno de Llamada de Los Gamos, que no había
      sonado desde  hacía  un  siglo… [igual  que  antes]  Las  figuras  negras  escaparon
      rápidamente de la casa.
        En  el  sendero  se  oyó  un  ruido  de  cascos  que  se  convirtió  en  un  galope
      frenético hacia el norte por la oscuridad. Los Jinetes Negros habían huido, pues
      ya no estaban preocupados por la gente pequeña de la Comarca, sino únicamente
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