Page 29 - Tratado sobre las almas errantes
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IV. La Sagrada Escritura expresamente ha querido dejar en la oscuridad ciertos aspectos acerca de la
naturaleza concreta del Juicio Final. La oscuridad no supone argumento a favor del
intermediacionismo, pero sí que proporciona un campo teológicamente amplio para reflexionar si en
él cabe tal tesis.
2.2 La Tradición
Sobre el estado intermedio (entre la muerte y la resurrección) y los Santos Padres, Schmaus
escribe que en la época de los Padres hubo muchas inseguridades y dudas sobre el destino del
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hombre inmediatamente después de la muerte . Y así por ejemplo Lactancio afirmó:
Sin embargo, nadie debe defender la opinión de que las almas son juzgadas inmediatamente después de la
muerte, sino que todas son retenidas en una cárcel común hasta que llegue el tiempo en que el Supremo Juez
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emprenda el examen de los méritos .
San Clemente de Alejandría (+215) afirma claramente la posibilidad de salvarse después de
la muerte. Estos son los textos del santo hablando del pasaje en el que Cristo desciende a predicar a
los muertos (1 P 3, 19-20).
A los justos según la filosofía no sólo les faltaba la fe en el Señor, sino también el apartarse de la
idolatría. Mas una vez revelada la verdad, también ellos se arrepintieron de lo realizado anteriormente. Por eso
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el Señor también evangelizó a los que se encontraban en el Hades .
Alguien podría objetar que por Hades entiende purgatorio. Pero el santo es tajante al escribir
unas líneas más adelante: Así afirma la Escritura: Llama el Hades a la perdición . Y abunda más
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en esta idea de la predicación ultratumba salvadora de Cristo al decir:
El Salvador (...) atrajo hacia la salvación a los que quisieron creer en Él mediante la predicación, en
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cualquier lugar que se encontraran . Por eso, el Señor no descendió al Hades por otra razón que por la de
anunciar el evangelio (...) si [evangelizó] a todos, entonces se salvarían todos los que creyeran, aunque
provinieran de los gentiles, puesto que allí abajo confesaron la fe.
No sólo eso, sino que se basa en una tradición anterior recogida en el Pastor de Hermas
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que el santo cita.
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LACTANCIO, Divin. Instit. 7, 21, B. PL 6, 802-803, citado en Michael Schmaus, Teología dogmática, volumen
VII, n. 302, pg. 415.
51
Michael Schmaus, Teología dogmática, volumen VII, n. 302, pg. 415.
52 San Clemente de Alejandría, Stromata, VI, 44.4-5. Tomado de San Clemente de
Alejandría, Stromata VI-VIII, Ciudad Nueva 2005, Madrid, pg 135 y 137.
53 San Clemente de Alejandría, Stromata, VI, 45.1.
54 San Clemente de Alejandría, Stromata, VI, 46.1-2.
San Clemente de Alejandría, Stromata, VI, 46.4. Pg 141 de la traducción citada, nota 19 a
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pie de página: Pastor de Hermas, Sim., IX, 16, 6.
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