Page 92 - Tratado sobre las almas errantes
P. 92

Pero el no sentirse obligado a emitir una prohibición debe ir unido a evitar que este modo de
            obrar se extienda. Debe abrirse un tiempo de reflexión entre los teólogos especializados para llegar
            a  algún  tipo  de  conclusión.  Mientras  no  se  llegue  a  un  consenso,  se  puede  continuar  en  esta
            situación  algo  imprecisa:  mantenimiento  de  la  Tradición,  junto  a  la  no  prohibición  de  actos
            individuales  de  sacerdotes  de  gran  veneralibilidad.  Pero,  como  norma  general,  los  obispos
            prohibirán a sus exorcistas la administración de sacramentos post mortem de cualquier modo que se
            haga.  Si  existen  esas  almas  perdidas,  bastará  con  encaminarlas  hacia  el  arrepentimiento  y  la
            contrición.








                                                        Sección 7

                     El criterio de armonización del esse-operare.



                El  citado  criterio  de  la  armonización  del  esse-operare  se  muestra  en  toda  su  radicalidad  en
            cuestiones como la Inmaculada Concepción de María, la salvación de los niños sin bautismo, o en la
            polémica intermediacionista. Sin embargo, y con todos los matices pertinentes, se puede aplicar a
            otras afirmaciones de algunos  versículos  bíblicos  o del  magisterio moral.  Por ejemplo,  todas las
            enseñanzas  de  la  Sagrada  Escritura  acerca  de  la  homosexualidad  son  verdaderas.  Pero  deben
            compaginarse con el obrar misericordioso de Dios. Y esto no se debe ver como que el obrar de Dios
            desdice lo que Él mismo ha afirmado en las Escrituras.

                Ahora bien, los matices son muy necesarios. Pues, de lo contrario, siempre estaríamos a un paso
            de afirmar que, en el fondo, a Dios le da lo mismo la ley moral, porque, al final, va a hacer lo que
            quiera por vía de la misericordia. Lo cual no es verdadero. Pues Dios nos ha advertido que no sólo
            en la retribución eterna, sino incluso en el estado de viadores, seguir sus Mandamientos tiene unos
            frutos, y salirse de sus decretos conlleva otros frutos.

                Este criterio de armonización del esse-operare es importantísimo para el intermediacionismo.
            Todas las afirmaciones magisteriales son verdaderas, totalmente verdaderas, ¿pero podemos negar a
            Dios  la  capacidad  para  obrar  excepciones?  Si  admitimos  que  Dios,  por  intercesión  de  San
            Francisco,  pudo  resucitar  a  la  mujer  de  Montemarano  para  que  pudiera  confesarse,  igualmente
            podemos admitir que sea dejada sin sentencia definitiva de un ser humano hasta el Juicio Final.

                Llevada  al  extremo  la  capacidad  de  Dios  para  hacer  excepciones,  cualquier  afirmación
            escatológica sería inútil, Dios podría hacer lo que quisiera y el más allá sería, al final, un misterio
            del que no sabríamos casi nada. Ahora bien, lo que se ha expresado en estas páginas es que existe
            una armonía entre el esse y el operare. Porque la norma se cumple es por lo que hablamos de que
            todo se rige por unas leyes, y eso es lo que expresan las afirmaciones magisteriales. En la naturaleza
            física  y  biológica,  existen  leyes  ,  pero  también  excepciones,  y  ambas  actúan  en  armonía.  El
            intermediacionismo no niega, añade.



                                                           92
   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97