Page 311 - Vive Peligrosamente
P. 311

CAPÍTULO XVIII


               Crisis en torno a Vichy. – El lobo ladra.


            Apenas dispuse de cinco semanas, desde  mediados de octubre hasta
          finales de noviembre de 1943, para reorganizar mis comandos. A primeros
          de diciembre recibimos la orden, del Cuartel General, de que me dispusiera
          a emprender la marcha hacia París, sin pérdida de tiempo, con una de mis
          compañías. Una vez allí, recibiría nuevas instrucciones.
            La orden era escueta y, desgraciadamente, poco clara, lo que no es de
          extrañar si se tiene en cuenta que las ordenanzas militares deben cumplirse
          sin rechistar, aunque en algunos casos nos ocasionen serias dificultades.
            Me ordenaron que procediera a reunir a  mis hombres y que  me
          presentara a los mandos de París, los cuales  me darían órdenes  más
          explícitas. Conocía París por haber estado allí en 1940 y 1942, cuando unas
          misiones, puramente técnicas, me llevaron a la bellísima ciudad del Sena.
          Por aquel entonces, me sentí sobrecogido por su belleza y magnificencia, y
          me formé de ella una opinión que no ha variado en nada en el transcurso de
          los años. Estuve, y sigo estando, convencido de que París es la ciudad más
          bella de Europa.
            A pesar de  mi alegría por volver a visitar la ciudad,  me sentía
          contrariado por estar obligado a llevar a cabo una misión de la que no
          conocía absolutamente nada. Sabía que, en muchas ocasiones, las órdenes
   306   307   308   309   310   311   312   313   314   315   316