Page 314 - Vive Peligrosamente
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Francia ocupada reinaba el famoso burocratismo, y no sólo en Austria. Me
dijeron que había una gran restricción de gasolina y de vehículos pesados, y
me enviaron de despacho en despacho haciéndome pasar por el
desagradable tormento de la burocracia. Después de haber recogido la firma
de ¡seis! oficiales de Estado Mayor y de haber subido y bajado la escalera
del edificio un sinfín de veces, conseguí tener en mis manos las
correspondientes órdenes que ponían a mi disposición seis camiones. Tuve
que luchar también con los mandos inferiores que debían darme lo
prometido y, finalmente, logré llegar puntualmente a la estación; todo por
el sencillo hecho de que me "había despertado a tiempo para actuar".
Mis soldados llegaron excitadísimos, ansiosos de enterarse de los
detalles de la misión que se nos había encomendado. Pero tan sólo pude
decir a mis oficiales que no teníamos más remedio que esperar...
Mi ayudante de entonces, el capitán von Fölkersam, llegó a París con mi
compañía, y desde aquel instante me acompañó en todas mis entrevistas.
Fue para mí una gran ayuda, un buen camarada en el exacto sentido de la
palabra; un hombre imprescindible.
Al anochecer, me dijeron que me preparara para recibir órdenes a
medianoche. Como conocía, por propia experiencia, las horas avanzadas en
que continuaba trabajando en el Cuartel General del Führer, la orden no me
cogió de sorpresa. Eran cerca de las dos de la madrugada cuando,
telegráficamente, me transmitieron las siguientes instrucciones:
"Es indispensable que la ciudad de Vichy sea rodeada por un cordón de
tropas alemanas. La operación debe llevarse a efecto lo más sigilosamente
posible. Las tropas deben emplazarse de tal forma que, en el momento
indicado, puedan cercar por completo la ciudad, impidiendo que nadie
salga de ella a pie o en cualquier clase de vehículo. Las tropas también
deberán estar preparadas para actuar cuando se les transmita la orden en
clave –igual que la anterior–, con el fin de apoderarse de la ciudad y
facilitar un cambio de Gobierno. El mando de las tropas será ejercido por el
mayor Skorzeny, quien debe obtener los medios que precise para llevar a
cabo la operación, de los mandos militares de Francia, de las fuerzas de la
Policía y de las de Orden Público. En el momento en que las tropas hayan
ocupado sus posiciones, deberá informar inmediatamente sobre su
emplazamiento al FHQ".
Recuerdo, con exactitud, la clave de aquella orden, por su originalidad:
"El lobo ladra".