Page 116 - El Misterio de Belicena Villca
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fuese para desahogar el rencor que experimentaban hacia los Señores de
Tharsis.
Bera y Birsa nada lograron con aquella matanza y por eso dejaron a los
cistercienses una misión específica para ser cumplida en los siguientes años por
la Orden del Temple: no importaba el costo, aún si ello implicaba comprometerse
en lucha permanente contra el Taifa de Sevilla, pero se debía construir un Castillo
en Aracena, a pocos kilómetros de la Villa de Turdes. El lugar exacto sería el
conocido desde la Antigüedad como “Cueva de Odiel”, hoy llamada “Cueva de las
Maravillas”, cuyo nombre significaba, evidentemente, Cueva de Odín o de
Wothan, pero que también era denominada “Cueva Dédalo” por la deformación
“Cueva D'odal”: naturalmente, Dédalo, el Constructor de Laberintos, era otro de
los Nombres de Navután. La entrada de la Cueva de Odiel se hallaba al ras del
suelo, en la cumbre de una colina de Aracena. El plan consistía en edificar un
Castillo Templario que ocultase la Cueva de Odiel: la entrada, desde entonces,
sólo sería accesible desde adentro del Castillo. ¿Para qué querrían eso? Para
llegar hasta la Caverna Secreta de los Señores de Tharsis; porque, según creían
Bera y Birsa, desde la Cueva de Odiel sería posible aproximarse a la Caverna
Secreta empleando ciertas técnicas que ellos pondrían en práctica a su regreso
de Chang Shambalá.
Decimonoveno Día
Sintetizando, Dr. Siegnagel, se puede considerar que al llegar al siglo XIII,
los Golen habían realizado en un noventa por ciento los planes de la Fraternidad
Blanca: la Orden benedictina-Golen y sus derivaciones, Cluny, Cister y el Temple,
estaban firmemente establecidas en Europa; el Colegio de Constructores de
Templos había adquirido, con la posesión de las Tablas de la Ley, el Más Alto
Conocimiento; los gremios y hermandades de masones, instruidos por los Golen,
estaban levantando centenares de Templos, iglesias y catedrales góticas, en
todas las ciudades importantes de Europa y en ciertos lugares a los que se
adjudicaba “valor telúrico”; y los pueblos, desde los siervos y villanos hasta los
Señores, Nobles y Reyes, vivían en una Era de costumbres religiosas,
sustentaban una Cultura donde Dios, y los Sacerdotes de Dios, intervenían activa
y cotidianamente; vale decir, los pueblos, que ahora experimentaban la unidad
religiosa, estaban preparados para recibir la unidad económica y política de un
Gobierno Mundial, la Sinarquía del Pueblo Elegido; el poder económico de la
Orden del Temple ya estaba consolidado; y el ejército de la Iglesia, que
aseguraría la unidad política, también. Como ve, Dr. Siegnagel, los planes de la
Fraternidad Blanca estaban a punto de concretarse: y sin embargo fracasaron.
¿Qué fue lo que ocurrió? Los planes de la Fraternidad Blanca fracasaron
fundamentalmente por causa de dos Reyes, Federico II Hohenstaufen,
Emperador del Sacro Imperio Romano Germano, y Felipe IV el Hermoso, Rey de
Francia. Ambos reinaron en países distintos y en períodos históricos diferentes, y
no se conocieron entre sí: Federico II en Sicilia, desde 1212 hasta 1250, y Felipe
IV en Francia, desde 1285 hasta 1314. Sin embargo, un nexo oculto explica y
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