Page 117 - El Misterio de Belicena Villca
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justifica los actos altamente estratégicos desplegados por estos extraordinarios
monarcas: es la oposición de la Sabiduría Hiperbórea.
Tenemos pues, dos causas exotéricas del fracaso de los planes enemigos,
los Reyes mencionados, y una causa esotérica, la oposición de la Sabiduría
Hiperbórea, de la que aquéllas, no son más que efectos. Examinaré, entonces,
un tanto superficialmente las dos primeras y me concentraré en detallar la
segunda; es conveniente que así lo haga para exponer el papel destacado que le
cupo a la Casa de Tharsis en tales hechos. Habrá que comenzar, desde luego,
por describir las circunstancias que dieron lugar a la coronación de Federico II y
los actos con que éste desestabilizó el Poder del papado. Luego me detendré a
mostrar las verdaderas causas de aquellos actos, esto es, la oposición de la
Sabiduría Hiperbórea: se verá, así, cómo los Señores de Tharsis desarrollaron su
Estrategia y cómo fueron casi exterminados por los Golen a mediados del siglo
XIII. Finalmente llegaré a la gestión de Felipe IV, “el Rey que aplicó el Golpe
Mortal a la Sinarquía Financiera de los Templarios”. A partir de allí, Dr.
Siegnagel, todo estará dado para que la historia de la Casa de Tharsis, que estoy
narrando para Ud., entre en su fase final.
Con la elección del Papa Inocencio III en 1198, los Golen juegan una de
sus últimas y más importantes cartas. Aquel “pontífice”, en efecto, goza de un
prestigio sin par entre la indócil nobleza germánica: los Reyes se someten a su
arbitrio y su voluntad se impone sin resistencias en todos los ámbitos. Por lo
demás, no se preocupa demasiado en disimular sus planes pues proclama
abiertamente la vigencia de la teoría de Gregorio VII sobre “las Dos Espadas”, de
las cuales una, la temporal del Emperador, debe estar sometida a la “espiritual”
de la Iglesia. Pues bien, este Papa, que tiene en sus manos todos los triunfos de
los Golen, es también el tutor y regente del joven príncipe Federico de Sicilia,
principal heredero de los Hohenstaufen austríacos y alemanes. Es en ese
príncipe que los Golen, y la Fraternidad Blanca, han apoyado todo el peso de su
Estrategia: Federico, educado como monje cisterciense y Caballero Templario
por los Golen de la corte normanda de su madre Constanza de Sicilia, debería
empuñar con vigor nunca visto, desde los tiempos de Carlomagno, la Espada
temporal de los Reyes y someterla a la Espada espiritual de la Iglesia; entonces
la Espada espiritual, que es la Cruz de Jesús Cristo y el Plano del Templo, sería
asiento del Trono del Mundo, un sitial para el Mesías del Dios Creador o sus
representantes. Pero he aquí que Federico se rebela tempranamente contra ese
plan.
Federico II es coronado Rey alemán en 1212 con el auspicio de Inocencio III
y la aprobación manifiesta de Felipe II Augusto, Rey de Francia. En principio hizo
lo que se esperaba de él y ya en 1213, contando sólo dieciocho años de edad,
promulgó la Bula de Oro a favor de la Iglesia, en la que confirmaba la totalidad de
sus posesiones territoriales, inclusive las que aquélla se había apropiado
indebidamente luego de la muerte de Enrique VI; aceptaba, asimismo, renunciar,
tanto él como cualquier otro Rey alemán futuro, a la elección de Obispos y
Abades. Es evidente, pues, la predisposición inicial del joven Rey para cumplir
con los planes de la Iglesia Golen. Sin embargo, muy pronto esa actitud comenzó
a cambiar, hasta tornarse totalmente hostil hacia sus antiguos protectores; las
causas fueron dos: la reacción positiva de la Herencia de su Sangre Pura gracias
a la proximidad histórica del Gral, concepto que ya explicaré; y la influencia de
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