Page 133 - El Misterio de Belicena Villca
P. 133
que ahora se denomina “aliado”, se coloca al general argentino Bartolomé Mitre,
un masón íntegramente subordinado a los intereses británicos. Pero la capacidad
para oficiar de Verdugo Golen que demuestra el General Mitre supera
ampliamente a la diabólica crueldad de Arnaud Amalric y Simón de Montfort: y es
lógico que así sea, pues la paciencia del Enemigo se agotó hace siglos y ahora
pretende dar un castigo ejemplar, un escarmiento que demuestre claramente que
el camino del nacionalismo espiritual y racial no será ya tolerado.
La Guerra de la Triple Alianza se inicia en 1865. En 1870, cuando los
ejércitos de Satanás ocupan Asunción y el Mariscal Solano López muere
combatiendo en Cerro Corá, la guerra termina y deja el siguiente saldo: población
del Paraguay antes de la guerra: 1.300.000 habitantes; población después de la
rendición: 300.000 habitantes. ¡Bezier, Carcasona, Tolosa, son juego de niños
frente a un millón de muertos, Dr. Siegnagel! Y demás está aclarar que de los
trescientos mil sobrevivientes muchos eran mujeres, ancianos e indios; a la
población de origen hispano, esa que era aguerrida y orgullosa, se la exterminó
sin piedad, casa por casa, en masacres espantosas que habrán causado el
deleite de las Potencias de la Materia. Una vez más, Perseo había degollado a
Medusa. Un millón de heroicos paraguayos, junto a su jefe de la Sangre Pura, fue
el sacrificio que las fuerzas satánicas ofrendaron al Dios Uno en el siglo XIX, en
aquel remoto país de América del Sur, adonde, sin embargo, se manifestó la
Presencia trasmutadora del Gral de Kristos Lúcifer.
Bartolomé Mitre Mariscal Francisco Solano López
Vigesimotercer Día
Es hora ya de que me refiera a Santo Domingo y a la Orden de los
Predicadores. Domingo de Guzmán nació en 1170 en la villa de Calaruega,
Castilla la Vieja, que se encontraba bajo jurisdicción del Obispo de Osma. Antes
de nacer, su madre tuvo un sueño en el que vio a su futuro hijo como a un perro
que portaba entre sus fauces un labris ardiente, es decir, un hacha flamígera de
doble hoja. Aquel símbolo interesó vivamente a los Señores de Tharsis pues lo
consideraban señal de que Domingo estaba predestinado para el Culto del Fuego
Frío. De allí que lo vigilasen atentamente durante la infancia y, apenas concluida
la instrucción primaria, gestionasen una plaza para él en la Universidad de
Palencia, que entonces se encontraba en el cenit de su prestigio académico. El
133