Page 140 - El Misterio de Belicena Villca
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fuerza del horror y la represión desatada por los Golen cistercienses, como en
un golpe de jiu-jitsu, podría ser vuelta en contra de sus propios generadores; y
nadie se sentiría ofendido por ello, especialmente en el Languedoc. El peso de la
Estrategia, según se advierte, descansaba en la capacidad del Círculo de los
Señores del Perro para mantener en secreto su existencia y conservar el control
de la Orden; ello no sería fácil pues los Golen acabaron por sospechar que una
extraña voluntad frustraba sus planes desde adentro mismo de la Organización
inquisidora, mas, cada vez que alguien se acercaba a la verdad, los Domini Canis
lo ejecutaban ocultamente y atribuían la muerte a previsibles venganzas de los
herejes occitanos.
A estas motivaciones puramente estratégicas que animaban a los Señores
de Tharsis para obrar ocultamente en el Circulus Domini Canis, se agregaría
muy pronto la pura necesidad de sobrevivir, a causa de los sucesos que
ocurrieron en España y que comenzaré a exponer desde mañana. Como se verá,
la destrucción de la Orden Templaria, y con ello el efectivo fracaso de los planes
sinárquicos de la Fraternidad Blanca, se convertiría en una cuestión de vida o
muerte para la Casa de Tharsis. La última Estrategia del Circulus nos llevará a
aquella causa exotérica del fracaso de los planes enemigos, que fue Felipe IV, y a
la cual me referí hace cuatro días.
Vigesimocuarto Día
Mientras la Orden de Predicadores se desarrollaba de acuerdo a los
planes de los Señores de Tharsis, algo terrible iba a ocurrir en España: el regreso
de Bera y Birsa. Y poco faltó, Dr. Siegnagel, para que aquel acontecimiento no
significara el fin de la Casa de Tharsis. A continuación, mostraré cómo
sucedieron los hechos.
Recuerde, Dr., que la antigua Onuba, ciudad mayor de la Turdetanía, se
encontraba desde el siglo VIII bajo la dominación árabe, quienes la denominaban
“Uelva”. En el año 1011 era cabeza de uno de los Reinos de Taifas, siendo su
primer soberano Abu-Zaíd-Mohammed-ben-Aiyub, seguido de Abul Mozab
Abdalaziz; pero en 1051 fue prontamente anexionada al Reino de Sevilla y así
permaneció hasta 1248. Como ya expliqué, durante esos siglos de ocupación
árabe la Casa de Tharsis sobrevivió sin problemas y alcanzó un envidiable
poderío económico; la Villa de Turdes, cuya existencia dependía en lo esencial
de las propiedades que los Señores de Tharsis explotaban en la región, había
crecido y prosperado bastante, contando entonces con unos tres mil quinientos
habitantes; aparte del núcleo directo de la familia Tharsis-Valter, que habitaba la
residencia señorial y se componía de unos cincuenta miembros, vivían en la Villa
de Turdes varias familias del linaje de la Casa de Tharsis pero de líneas
sanguíneas colaterales. Así, pues, en el año 1128, cuando Bera y Birsa celebran
el Concilio Golen de Monzón, el Reino de Huelva estaba subordinado al Taifa de
Sevilla.
El Rey de Castilla y León, Fernando III el Santo, reconquista Sevilla en
1248 pero muere allí mismo en 1252; su hijo, Alfonso X el Sabio, completa la
campaña conquistando en 1258 el Algarve y las plazas de Niebla y Huelva. Dio el
Rey esta región como dote de su hija natural Beatriz, quien la unió a la corona de
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