Page 233 - El Misterio de Belicena Villca
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espada a este otro y más fatal Balaam, e impedirle consumar el daño que
está preparando contra el pueblo”.
El daño consistía en la excomunión del Rey y la liberación de todos los
cristianos franceses de cumplir con el juramento de fidelidad, con lo que el Reino
quedaría en entredicho y podría ser conquistado legítimamente por aquel que el
Papa autorizase: tales los planes que preparaba Bonifacio VIII y que los espías de
Felipe IV le informaban periódicamente. Por otra parte, como efecto del manifiesto
de Nogaret, no se tomó ninguna medida oficial, pero pronto el pueblo empezó a
referirse al Papa como “Maléfico VIII”, lo que explica por qué los gascones gozan
en Francia de la misma fama que en España tienen los andaluces.
Cuadragésimo Día
El 13 de Junio de 1303 se celebra una Asamblea de Estados Generales en
el Louvre, presidida por el Rey. En ella se renuevan las denuncias contra
Bonifacio VIII y se plantea formalmente la necesidad de convocar a un Concilio
que lo condene y nombre un nuevo Papa. Los Nobles, las Ciudades, y los
Obispos nacionalistas aceptan. Guillermo de Plasian solicita ser el acusador de
Bonifacio en el futuro Concilio; es aceptado también, y lee una declaración donde
expone sus argumentos: “Yo, Guillaume de Plasian, Caballero, digo, anticipo
y afirmo que Bonifacio, quien ahora ocupa la Santa Sede, será hallado un
hereje perfecto, de acuerdo a las herejías, hechos prodigiosos y doctrinas
perversas mencionadas a continuación: 1ro. no cree en la inmortalidad del
Alma; 2do. no cree en la vida eterna, pues afirma que más bien desearía ser
un perro, un asno o cualquier otro bruto antes que francés; cosa que no
diría si creyera que un francés tiene un Alma eterna. No cree en la Presencia
verdadera, pues adorna su trono con mayor magnificencia que el altar. Ha
dicho que para humillar a su majestad y a los franceses trastocaría el
Universo entero. Dio su aprobación al libro de Arnaud de Villenueve, el
brujo protegido de los cistercienses, que había sido condenado por el
Obispo y la Universidad de París. Hizo erigir estatuas de sí mismo en las
Iglesias con el propósito de que se le rinda culto junto al Crucificado. Tiene
un Demonio familiar, al que llama ‘Bafoel’ que le revela cuanto desea saber:
por eso dijo que aunque toda la humanidad estuviese ubicada a un lado, y
él solo en el otro, él no puede equivocarse, ya se trate de un aspecto de
hecho o de derecho. Expresó en su prédica pública que el Sumo Pontífice,
así ponga precio a todos los sacramentos y cargos eclesiásticos, no puede
cometer simonía, lo que es una herejía afirmar. Al igual que un hereje
confirmado, que sostiene que sólo la suya es la fe verdadera, calificó a los
franceses –notoriamente uno de los pueblos más cristianos– de Cátaros. El
es un repugnante sodomita, como lo prueban numerosos testimonios. Es
también un asesino: en su presencia hizo dar muerte a muchos clérigos
diciendo a sus guardias, cuando no llegaban a matarlos con el primer
golpe: ‘Golpea, golpea, Dali, Dali’. Obligó a sacerdotes a violar los secretos
del confesionario. No observa vigilias ni ayunos. Lanza filípicas contra el
Colegio de Cardenales, contra la Orden de Caballeros Teutónicos, contra la
Orden de Predicadores Domínicos, contra los hermanos menores y los
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