Page 340 - El Misterio de Belicena Villca
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“palabras”? ¿Y cuál sería el precio cobrado por tan cobarde claudicación? Nada
                 menos que servir al odiado Enlil... Un murmullo se elevó desde la Elite guerrera:
                 se intentaba engañarlos y aparte se había  insultado a su Dios Kus. La sangre
                 hervía en las venas de los heroicos Kassitas. Pero el mensaje proseguía:

                                      Si aceptáis Nuestra generosa oferta
                                      os convertiréis en los Guerreros de la Rosa,
                                      aprenderéis la Doctrina del Corazón
                                      y, merced a esta Sabiduría,
                                      descubriréis en vuestro propio Corazón
                                      a El, a Aquel por quien sois todo,
                                      al Anciano de los Días,
                                      al Señor de los Eternos Veranos,
                                      al Kumara Sanat.
                                      Si aceptáis, lucharéis siempre por El
                                      y por su Pueblo Elegido Habiro,
                                      cuya simiente se halla muy cerca de vosotros.
                                      Si aceptáis regresaréis al mundo
                                      como Adeptos Iniciados
                                      en el Misterio de la Kâlachakra
                                      la Ciencia más poderosa de la Tierra.
                                      Y gracias a sus secretos
                                      seréis los hombres más fuertes,
                                      no habrá enemigos que se os puedan enfrentar.
                                      Seréis Magos respetados,
                                      Generales victoriosos,
                                      Reyes invencibles,
                                      hombres riquísimos,
                                      depositarios de un Poder
                                      como nunca se ha visto.
                                      Compartiréis la gloria de reinar en el Mundo
                                      Junto al linaje elegido por El
                                      en el día no lejano en que El,
                                      como   YHVH-Sebaoth
                                      se presentará ante unos pueblos numerosos,
                                      adoradores de la Materia,
                                      y los conducirá con brazo firme
                                      desde la Sinarquía de Su Poder...

                        –¡Nooo! –Resonó como un trueno la voz de Nimrod–. ¡No miréis el maldito
                 estandarte! Su voz está afuera, en el Mundo del Engaño. ¿Qué os dice vuestra
                 Sangre Pura, guerreros Kassitas? ¿No aprendimos de Kus, el Hiperbóreo, que
                 intentarían comprar nuestras armas? ¿Y no nos dijo Kus, allá en nuestras
                 montañas lejanas, que ceder a los Demonios sería nuestro fin?
                        Desenvainó su espada y con un rápido movimiento se infligió una herida
                 en la mano izquierda.
                        –Escuchad –prosiguió– Yo, Nimrod, quien os ha guiado victoriosamente en
                 mil batallas, os digo que debemos combatir hasta la muerte a estos viles
                 Demonios que no se atreven a enfrentarnos. Os digo que mienten y que con sus

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