Page 345 - El Misterio de Belicena Villca
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a los atacantes, observaba que las bajas eran terribles entre su Elite de arqueros.
Ese fue el momento en que dio la orden de buscar refuerzos. Unos momentos
después miles de guerreros irrumpían en los malditos Templos de la iniciación
sinárquica.
Pronto los Hiwa Anakim fueron sobrepasados y Nimrod tuvo tiempo de
reunir a sus arqueros sobrevivientes. Quedaban menos de la mitad pero los
refuerzos llegados eran impresionantes, al extremo que amenzaban saturar los
tres Templos que ya habían sido tomados. Había que intentar una salida hacia el
patio exterior. Nimrod espió por la puerta en que viera al Nefilim y comprobó que
daba al patio de un enorme Palacio, en medio de una ciudad ciclópea. Un cuadro
que quitaba el aliento.
Es que estaban en el corazón de Chang Shambalá, muy cerca del Palacio
del Rey del Mundo. El conjuro de los Iniciados cainitas había sido tan efectivo,
apoyado, desde luego, por el Misterio de la Sangre Pura, que la Serpiente de
Fuego les había allanado las Siete Murallas. El túnel de la iniciación sinárquica
las atraviesa, para que los discípulos del Demiurgo puedan llegar hasta los
Maestros de Sabiduría. Pero conviene que haga algunas aclaraciones. A pesar
de todo lo que se ha visto hacer a los Iniciados cainitas y a Nimrod, no se trata de
magia la clave para llegar a Chang Shambalá, sino de Estrategia. De nada
valdría que alguien pudiera “abrir la puerta” si su Espíritu se encuentra
dogmatizado o es víctima de cualquiera de las tácticas psicológicas que emplea
la Fraternidad Blanca para lograr la Sinarquía Universal. Por eso la verdadera
hazaña de Nimrod fue atravesar el túnel y los tres Templos con las armas en
la mano, lo que habla, y hablará para siempre, de la Sangre Más Pura de la
Tierra. Porque esos lugares son las cámaras de engaño más poderosas que
existen en el mundo. Nada se les puede igualar, ni los tratamientos con drogas
que puedan emplear los Servicios Secretos de Occidente, completados con
hipnosis, ni cualquier otro sistema de “programación psíquica”. Quienes van a
parar allí, personas útiles a la Sinarquía, Jefes de Estado, religiosos, Reyes,
personas ricas e influyentes, presidentes de corporaciones, etc., “retornan
completamente hechizados, dispuestos a trabajar de lleno para cumplir su
misión”. Son los “Iniciados” de la Sinarquía, han “muerto” y “vuelto” a “nacer”;
pero lo que en realidad ha muerto en ellos es el Espíritu, el Recuerdo de Sangre,
que ahora, sumidos en una total confusión estratégica, ya nunca sentirán.
En el patio exterior al Templo de la Sapiencia, donde se habían
atrincherado los valientes kassitas, toda una legión de Hiwa Anakim espada en
mano y varias escuadras de Sheidim, los enanos de piel terrosa, esperaban
inquietos. Estos enanos, de enorme cabeza, son el producto de la cópula ritual
entre los hombres y ciertos animales, durante las orgías de magia negra atlante.
Transportados en masa a Chang Shambalá, luego de la hecatombe, habitan en
lóbregas cavernas y realizan toda suerte de tareas para los “Maestros”.
Ultimamente han sido “re-descubiertos” en Occidente como acompañantes de
tripulantes de O.V.N.I.S., pero, en verdad, se trata de una especie terrestre
milenaria. Dominan un arma antipersonal paralizante que da sensación de frío y
puede producir desmayos pero que no es mortal. Se muestran agresivos y son de
temer si no se les conoce y no se poseen los conocimientos necesarios para
neutralizarlos. Pero cuando llevan las de perder son cobardes y huyen en
desbandada. Son feroces carnívoros pero no gustan la carne humana como los
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