Page 452 - El Misterio de Belicena Villca
P. 452

efecto de una intuición certera:  esa Verdad, capaz de brillar para el Espíritu
                 con una Luz Increada e inextinguible, debería ser conquistada en una lucha
                 de dimensiones sobrehumanas, durante la que sería necesario exhibir una
                 determinación inclaudicable.
                        Que existía un Enemigo, contra el que había que librar semejante lucha,
                 un Enemigo que “cortaba el camino hacia el Origen”, eso lo sabía con certeza
                 desde la noche del 21 de Enero. Pero las reflexiones precedentes, y la intuición
                 que he mencionado, me permitían comprender ahora que los errores pasados
                 provenían de mi debilidad estratégica, de haber cedido ingenuamente ante la
                 Estrategia enemiga. Y esta Estrategia, que sin dudas afecta a todos los planos
                 de la actividad humana, y aún las más desconocidas esferas psíquicas, es
                 aplicada en el campo de la Cultura por intermedio de un Sistema de Control de
                 características colosales. Al decir de  Belicena Villca: “la Cultura es un arma
                 estratégica de la Sinarquía”. Dicho Sistema de Control es el encargado de
                 fomentar la confusión y el engaño, y era, por lo tanto, el responsable de la celada
                 en la cual Yo había caído. Porque si  Yo fui engañado, si Yo participé de la
                 Estrategia enemiga, ello ocurrió por ignorancia o “debilidad estratégica”, por
                 desconocer la naturaleza, y aún la existencia misma, del Enemigo: jamás podría
                 haber colaborado conscientemente con los planes sinárquicos, jamás podría
                 haber sido comprado por la Fraternidad Blanca, tal como se tentó la integridad
                 espiritual del heroico Nimrod. En síntesis, si Yo hube cedido, en tiempos
                 pasados, frente a la presión engañosa de la Estrategia enemiga, ello se debía a
                 que entonces me encontraba dormido, espiritualmente dormido. Pero ahora había
                 despertado, merced a la carta de Belicena Villca y al rapto espiritual del 21 de
                 Enero, y la prueba estaba,  justamente, en la determinación inclaudicable de
                 luchar hasta el fin, contra todos y contra todo, para regresar al Origen y liberar mi
                 Espíritu Eterno de su prisión material. Sí; Yo había despertado gracias a Belicena
                 Villca, pero ahora era capaz de formular mis propias conclusiones sobre el modo
                 de actuar del Enemigo, quien tenía en el fondo los alcances de un Demiurgo. La
                 Sinarquía, expresión de Su Poder entre los hombres, conformaba un formidable
                 abanico de organizaciones y Sociedades  Secretas imposibles de detectar
                 completamente; y en medio de este  despliegue ofensivo me encontraba Yo,
                 hasta ayer nomás ignorante de esas realidades; víctima fácil para la Estrategia
                 enemiga. Porque, aunque se me escapaba, como es natural, la totalidad del Plan
                 Demoníaco, veía con bastante claridad  las tácticas aplicadas al campo de la
                 Cultura. Los “sincretismos modernos” que mencionaba anteriormente, obedecen
                 a esa voluntad de engaño que demuestra la Sinarquía en todas sus Sociedades
                 Secretas. Y la idea de  progreso evolutivo del Alma, por el “Karma”, la “vida
                 recta”, o cualquier vía semejante de expiación, es presentada desde la base de
                 las doctrinas Secretas Esotéricas, o los meros Sincretismos religiosos, como una
                 verdad tan evidente que sólo un necio se atrevería a dudar de ella. Fuera de la
                 religión, la misma idea ha invadido la mayoría de las disciplinas “científicas” o
                 “humanísticas”. Es instructivo, por ejemplo, comprobar con qué habilidad los
                 agentes sinarcas han impuesto conceptos geométricos para inducir
                 interpretaciones teleológicas de la Historia: con un rigor racionalista admirable,
                 definen arbitrariamente una  trayectoria geométrica para el  progreso de la
                 Humanidad y luego  proyectan esta figura sobre la Historia, estableciendo
                 asociaciones, analogías, y coincidencias, la más de las veces tendenciosas e
                 intencionadas. El progreso puede seguir así una trayectoria circular (r2=x2+y2),

                                                         452
   447   448   449   450   451   452   453   454   455   456   457