Page 521 - El Misterio de Belicena Villca
P. 521

Sólo cuenta entonces afrontar el conflicto siguiendo el “Sendero de la
                 Acción”, enfrentando al opuesto y cumpliendo con el Dharma. “No temas matar,
                 –dice Sri Krishna–, ellos ya están muertos en mí”.


                        Estaba Yo meditando sobre el precedente párrafo del Ghita, en las
                 extraordinarias implicancias morales que surgen de este antiquísimo texto
                 indoario cuando “escuché” nuevamente la Voz:
                        –No debes engañarte por el significado  superficial de los conceptos, Oh
                 Kurt, hombre de Sangre Pura. El mensaje de Krishna está dirigido a las dos
                 naturalezas de Arjuna, la anímica y la  espiritual. A su parte anímica, a su
                 naturaleza de animal-hombre, Krishna aconseja continuar con el argumento
                 dramático en el que está involucrado en razón de su Karma: Arjuna es humano,
                 está encarnado y vive circunstancias  kármicas; debe cumplir el Dharma y
                 resolver el conflicto de los Arquetipos opuestos; de ese modo realizará la
                 condena impuesta a priori por los Señores del Karma de Chang Shambalá, la
                 condena incomprensible de la guerra familiar que pesa sobre su corazón. Pero a
                 su parte espiritual, a su naturaleza  aria-hiperbórea, el  Siddha Krishna sugiere
                 trascender los opuestos, no por medio de su síntesis, cual podría ser la guerra,
                 sino situándose en la instancia absoluta del Espíritu Eterno. El Espíritu, “el Ser”,
                 en efecto, es Eterno o Increado, ajeno a todos los opuestos Creados, que no son
                 más que Maya, Ilusión.  Para el Espíritu no hay vida ni muerte Creada sino
                 Ilusión y, por lo tanto, no hay pecado ni culpa, no hay deudas que saldar ni
                 Karma: si la decisión procede del Espíritu, la acción no producirá efecto
                 posterior sobre Sí Mísmo porque la Ilusión carece de capacidad para actuar
                 sobre la Realidad del Ser; y esto, cualquiera sea la acción realizada, incluso
                 matar a los parientes y amigos. Sin embargo el Kshatriya debe cumplir una
                 condición esencial para que su naturaleza  espiritual predomine sobre la parte
                 anímica o animal:  debe  endurecer su corazón,  debe  “echar fuera esa
                 debilidad no aria”, vale decir, debe despojarse de todo sentimiento
                 compasivo hacia quienes no son sino actores de un argumento kármico,
                 pura Ilusión; ellos no existen realmente, no viven, o como dice Krishna “ya
                 están muertos  en mí”. Esta es la Sabiduría de los Señores de Venus de
                 Agartha: sólo es un verdadero Kshatriya quien posee un corazón duro como
                 la Piedra y frío como el Hielo; y sólo un Ksahtriya tal puede realizar
                 cualquier acción, incluso matar, sin que el Karma lo toque. ¡Ese es el Poder,
                 Oh Kurt, hombre de Sangre Pura, del Kshatriya-Iniciado-Hiperbóreo, el hombre
                 semidivino que tiene su Espíritu Increado encadenado al Alma Creada!
                        Aquellas palabras irrumpieron como un relámpago en mi conciencia
                 llenándome de perplejidad, ésta, por  varias razones. Primero porque me
                 acometía la seguridad –como ya dije– que la Voz era externa a mi ser. Segundo
                 por el tono de la Voz: firme y enérgica, era a la vez una Voz confiable y amistosa.
                 Yo sentía en su presencia que no me era posible desconfiar ni dudar de sus
                 palabras pues esa Voz era emitida por Alguien superior a mí mismo. Alguien que
                 se “acercaba” para ayudarme y guiarme. Y tercero porque el “contenido” de esas
                 palabras, los “conceptos” volcados en mi  conciencia no siempre eran claros y
                 comprensibles.


                                                         521
   516   517   518   519   520   521   522   523   524   525   526