Page 641 - El Misterio de Belicena Villca
P. 641
Los 25 hombres de Sining-Fu y los seis lopas almorzaban en una casa
contigua. A Thien-ma lo acompañábamos Von Grossen, Oskar Feil, Srivirya,
Bangi y Yo, que éramos los que proseguirían viaje a Shanghai; los primeros
regresarían a Sining esa misma tarde, junto a los lopas cuyo destino era el Tíbet.
El jefe de la Banda Verde hablaba muy bien el inglés, aunque ello no lo
enorgullecía en absoluto y prefería expresarse en mandarín. No fue hasta muy
avanzada la comida que lo supimos pues accedió a comunicarse en ese idioma
con Von Grossen. Pasamos así, conversando con aquel hombre anciano, dotado
de la curiosidad de un niño, toda la tarde: cuando se agotó el tema filosófico y
religioso, caímos naturalmente en la cuestión política, es decir, en la realidad. A
partir de allí, siguieron varias horas durante las que tratamos de hacerle
comprender el nacionalsocialismo y su esencia hiperbórea. El tenía información,
por supuesto, mas nosotros le brindamos todos los detalles que nos requirió.
Al fin, satisfecho de sostener una conferencia totalmente infrecuente en
aquellas regiones, –nos aseguró– se dispuso a revelarnos cómo nos iba a hacer
llegar a Shanghai. Pero antes nos hizo una reflexión sobre la situación en su
patria.
52
–Oh, Tsing : lo que me contáis sobre vuestro Führer, y su gobierno
apoyado en masas patrióticas, trae a mi Espíritu sombríos pensamientos sobre el
futuro de China. El Führer ha puesto frente a los alemanes su heroica y gloriosa
tradición, y ellos la han aceptado con orgullo. Aquí, por el contrario, Mao-Tse-
Tung adoctrina a los campesinos con las teorías de los judíos Marx, Engels, y
Lenin, y les enseña a admirar a los rusos, un pueblo que era salvaje cuando ya
China tenía una civilización desarrollada. Y por otra parte, Chiang Kai-Shek ha
53
resultado ser una “piedra blanda” , pues se ha convertido al cristianismo
renegando de nuestras milenarias tradiciones: quizás si él hubiese puesto, como
vuestro Führer, la Cultura china frente a los chinos, ellos lo hubiesen apoyado
masivamente. Pero en cambio les ofrece las atrayentes y engañosas imágenes
de una Cultura extranjera. Una Cultura que pertenece a quienes hasta ayer
nomás nos explotaron como a esclavos. Mao y Chiang, ambos chinos renegados,
se hallan deslumbrados por Dioses extraños, ambos presentan al pueblo sus
ideales extranjeros ¿Y a quién creen Ustedes que elegirán los chinos? ¿A los que
seguramente nos volverán a oprimir, como ya lo hicieron, o a los que prometen
hacer algo por el pueblo? No quiero responder Yo, prematuramente, a ese
trascendental interrogante, pero desde ya os informo que el pueblo apoya en
mayor medida a Mao que a Chiang, porque Mao cree en el pueblo y sabe
expresar esa creencia, en tanto que Chiang sólo cree en Jesús, en Inglaterra y en
Estados Unidos.
¡Jesús! He allí otro judío, ajeno por completo a la Historia y Tradición de
54
China. ¿Pero qué maldición es esta, que ha caído sobre el Reino del Medio ?
¿Es que no existía otra opción para China que el judío Jesús o el judío Marx?
Ninguno de nosotros contestó a estas dramáticas preguntas, pero me prometí a
mí mismo hacerle llegar la edición inglesa de Mein Kampf, el libro del Führer.
52
Tsing : Doctor.
53
Kai-Shek significa “piedra dura”. La afirmación de Thienma tenía sentido irónico.
54
Ch’in : Reino del Medio.
641