Page 737 - El Misterio de Belicena Villca
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¡Es la Virgen de Agartha que vino a socorrer a las Piedras, en Nombre del
                 Incognoscible!
                        –¿Qué ves ahora?
                        –El descenso de la Virgen produce como un manto de negrura refrescante
                 sobre el Desierto, que se había transformado en lago de lava ardiente, y trae
                 inmediato alivio a las Piedras. ¡La Presencia de la Virgen refresca y endurece
                 nuevamente a las Piedras, porque se interpone con su oscuridad ante los mil ojos
                 candentes del Dragón! Y la Virgen porta una espiga en la mano; y va dejando
                 caer los granos sobre el Desierto de Piedras; y las Piedras que reciben el grano
                 se vuelven inmunes al Fuego del Cielo, ya no pueden ser ablandadas, y quedan
                 señaladas con una Marca, un Signo único que significa lo negro, lo duro y lo frío.
                 Y la Marca de la Virgen se llama “Signo del Vril”.
                        –¿Qué ves ahora?
                        –Ahora el Cordero está  perdido entre las Tinieblas y la Dureza, y la
                 Frialdad de las Piedras. Y llama con desesperación a su Madre, el Dragón Binah,
                 porque las Piedras amenazan con estrangular su garganta o sumergirlo en el
                 mar de lejía.
                        –¿Qué ves ahora?
                        –La Virgen está encinta, y grita por los dolores del parto y por las angustias
                 del alumbramiento. Y apareció otra Señal en el Cielo: el Dragón de un rojo
                 encendido, que tiene mil cabezas y mil ojos, y mil estrellas de David en sus
                 cabezas. Su cola barre las tres cuartas partes de las estrellas del Cielo y las
                 arroja a la Tierra; y descienden sobre el mar de lejía comandadas por la estrella
                 Thuban. Y el Dragón también desciende para cuidar del Cordero y atacar a la
                 Virgen.
                        –¿Qué ves ahora?
                        –El Dragón se detuvo ante la Virgen que estaba a punto de alumbrar, para
                 devorar a su hijo cuando diese a luz. Y Ella dio a luz un Niño de Piedra, el que
                 ha de regir a todas las Naciones con un Tridente de Vraja: Führer es el
                 nombre del Niño de Piedra . Pero su hijo fue protegido del Dragón al ser
                 confundido entre las Piedras del Desierto. Y la Virgen se refugió en el Desierto,
                 donde tiene un lugar dispuesto por el Incognoscible para residir durante dos mil
                 ciento ochenta y ocho días.
                        –¿Qué ves ahora?
                        –Hay una batalla en el Cielo. Kristos-Lúcifer, y el Capitán Kiev, y los
                 Siddhas Leales, se levantaron a luchar  contra el Dragón. El Dragón presentó
                 batalla y también sus Angeles Inmortales, sus Jabalíes y estrellas. Pero no
                 prevaleció ni hubo lugar para ellos en el Cielo. Fue precipitado el Gran Dragón,
                 el que se llama Jehová y Satanás, el que organiza el Universo entero; fue
                 precipitado a la Tierra, y sus Angeles fueron precipitados con él.
                        –¿Qué ves ahora?
                        –Oigo una gran Voz en el Cielo que dice:
                              “Ahora ya llegó la Liberación
                              y el Poder y el Reino del Incognoscible,
                              y el Imperio de su Kristos.
                              Porque ha sido precipitado el encadenador
                              de nuestros Camaradas,
                              el que día y noche los señalaba ante la
                              vista del Incognoscible.

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