Page 740 - El Misterio de Belicena Villca
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y no tienen reposo ni de día ni de noche
los que adoran a la Bestia y su imagen,
y los que reciben la Marca de su nombre”.
“¡Aquí está la constancia del Pueblo Elegido, los que guardan
los mandamientos de Jehová y la fe en el Messiah!”
–¿Qué ves ahora?
–Otro Angel Inmortal. ¡Señala la ciudad que está en el monte Sión, en
medio del mar de lejía, y dice: “he allí a la desposada, la esposa del Cordero”!
Este Angel habla para los que adoran al Cordero, y les promete la
salvación de los hombres-lobo escondiéndose en la Ciudad de Jehová. Así les
habla:
“Bajará una ciudad del Cielo,
sobre el monte Sión,
de parte de Jehová.
Su resplandor será semejante a piedra preciosísima,
como a piedra de jaspe que emite destellos cristalinos.
Tendrá una muralla grande y elevada,
en la que habrá doce puertas;
y sobre las puertas, doce Angeles;
y nombres escritos encima, que son
los de las doce Tribus de los Hijos de Israel.
Al Oriente, tres puertas; al Sur, tres puertas;
y al Occidente, tres puertas.
La muralla de la ciudad tendrá doce bases;
y sobre ellas, doce nombres, los de los doce
Apóstoles del Cordero”.
Y el Angel utiliza una caña de oro para medir la ciudad, sus puertas y
su muralla.
“La ciudad estará asentada en forma cuadrangular; y su longitud será
tanta como su anchura”.
Y mide la ciudad con la caña y tiene doce mil estadios. Su longitud, su
anchura, y su altura, son iguales. Y mide la muralla y tiene ciento cuarenta y
cuatro codos, según la medida humana, que es la del Angel. Y el Angel dice:
“El material de la muralla será jaspe, y la ciudad de oro puro semejante
al cristal puro. Las bases de las murallas de la ciudad estarán adornadas con
toda clase de piedras preciosas. La primera base será jaspe; la segunda zafiro; la
tercera, calcedonia; la cuarta, esmeralda; la quinta, sardónice; la sexta, cornalina;
la séptima, crisólito; la octava, berilo; la novena, topacio; la décima, ágata; la
undécima, jacinto; y la duodécima, amatista. Las doce puertas serán doce perlas;
cada una de las puertas será de una sola perla, como cristal brillante. No habrá
santuario en ella; porque su Santuario será Elohim, Jehová Sebaoth, y el
Cordero. Y la ciudad no necesitará del Sol ni de la Luna para que la iluminen ;
porque la Gloria Sephirot de Jehová la iluminará y su lámpara será el Cordero.
Y caminarán las Naciones a su luz, y los Reyes de la Tierra llevarán a ella su
Gloria. Sus puertas jamás se cerrarán de día, y nunca habrá allí noche. Y
llevarán a ella la Gloria y la honra de las Naciones. No entrará en ella cosa
impura, no consagrada por los Sacerdotes de Israel, ni los que llevan la Señal
Abominable, sino los inscriptos en el libro de la vida del Cordero”.
–¿Qué ves ahora?
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