Page 81 - El Misterio de Belicena Villca
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misión familiar y preservar la Espada Sabia. Esta prioridad familiar determinaba
una Estrategia para la supervivencia de la Estirpe, supervivencia que podía verse
fuertemente amenazada tras una nueva persecución: eran tiempos difíciles
aquellos del siglo IV, la decadencia de Roma presentida por Polibio en el siglo II
A.J.C., se había convertido en realidad. El Imperio, acechado en todas sus
fronteras por pueblos invasores, ha incorporado regimientos enteros de
mercenarios y ha entregado el mando de los ejércitos a los bárbaros; la
agricultura de los pequeños productores hace siglos que se arruinó y desapareció
en Italia, absorbida por los grandes terratenientes: sólo sobreviven, en esos días,
los latifundios coloniales, entre ellos, el que poseen en España los Señores de
Tharsis, contribuyendo con sus bajos precios a desestabilizar aún más la
economía de la metrópolis.
Frente a este panorama de inseguridad generalizada, los Señores de
Tharsis, que ya no son Reyes sino familia de terratenientes y funcionarios
hispano romanos, deben actuar con extrema cautela. El Cristianismo, que se ha
impuesto en la cumbre del Poder imperial, está ahora apoyado por las lanzas y
las espadas de los legionarios. Pero este “Cristianismo”, a todas luces, no
contiene principios doctrinarios que resulten absolutamente inaceptables para los
Señores de Tharsis: tal como ellos aprendieron duramente en su guerra contra
los Golen, los Mitos, las Historias Legendarias, los Argumentos que están
escritos en el Cielo, pueden volver a repetirse en la Tierra. Y ellos están
dispuestos a aceptar la historia de Jesús, y hasta el mensaje, la buena nueva,
como una especie de actualización del Mito de Navután: los Señores de Tharsis
se harán Cristianos porque mirarán a la historia de Jesús con la óptica de la
Sabiduría Antigua; y no discutirán las diferencias, aunque las tendrán presentes y
no las olvidarán.
Abrazarán la Cruz y celebrarán los sacramentos de la Iglesia de Roma;
para todos los efectos serán Cristianos consagrados; incluso darán de sus hijos a
la Iglesia. Pero entre ellos, en el seno de la Casa de Tharsis, sólo reconocerán
como Verdad lo que coincide con la historia de Navután o con otros fragmentos
de la Sabiduría Hiperbórea que la familia aún conserva. Como en su momento los
Gnósticos y Maniqueos, y como luego harán los Cátaros y Albigenses, ellos
aceptarán sólo parte de los Evangelios, especialmente el de Juan, y rechazarán
de plano el Antiguo Testamento. Esto es lo que alegaban: el Dios de los judíos no
era otro que Jehová Satanás, un aspecto o rostro del Dios Uno Creador del
Universo Material; en el Génesis se narra la historia de la Creación del Universo
Material, donde sería esclavizado el Espíritu Increado y Eterno; El Universo
creado es, pues, intrínsecamente maligno para el Espíritu Increado, el Espíritu
sólo concede valor al Mundo Verdadero de donde él procede; y de donde provino
también el Dios Creador, puesto que el Universo Material ha sido evidentemente
Creado a imitación del Mundo Verdadero.
Y en el Antiguo Testamento se narra asimismo la historia del “Pueblo
Elegido”, por Jehová Satanás, para reinar por sobre todos los pueblos de la
Tierra. No fue clara, acaso, la Promesa que el Creador le hizo a Abraham “Alza
tus ojos y mira desde el lugar donde estás hacia el Septentrión y el Medio Día,
hacia el Oriente y el Poniente; pues te daré para ti y para tu posteridad para
siempre todo el país que tú divisas, y haré que tu descendencia sea numerosa
como el polvo de la Tierra. Si alguien puede contar el polvo de la Tierra, puede
contar también tu posteridad. Levántate, recorre la Tierra a lo largo y a lo ancho
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