Page 91 - El Misterio de Belicena Villca
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De Mahoma sólo haré notar aquí que si impuso a los fieles del Islam la
                 obligación de orientarse diariamente hacia una piedra, la Piedra Negra o Kaaba,
                 y la  Guerra Santa como modo de cumplir con Dios, era porque conocía los
                 Principios de la Sabiduría Hiperbórea: pues guerrero orientado es una definición
                 adecuada para el Iniciado Hiperbóreo. Seguramente la  Sabiduría esotérica de
                 Mahoma fue desvirtuada o no comprendida por sus seguidores. De todos modos,
                 aún cuando no comprendidos totalmente, la simple aplicación de los Principios de
                 la Sabiduría Hiperbórea es suficiente  para trasmutar a los hombres y a los
                 pueblos, para neutralizar el pacifismo degradante del Pacto Cultural. Así, al Morir
                 Mahoma en 632, casi toda Arabia estaba en poder de los Califas; en 638 caen
                 Siria y Palestina, en 642 Egipto, en 643 Trípoli, y en 650 toda Persia. Por último,
                 la Civilización romana pierde Africa: en 698 es destruida Cartago.
                        En España, el Rey Egida tuvo que convocar de urgencia el XVII Concilio de
                 Toledo, que se reunió en la Iglesia de Santa Leocadia el 9 de Noviembre del año
                 694. El motivo fue el siguiente: la ciudad africana de Ceuta, frente a Gibraltar, era
                 la única plaza cristiana que todavía resistía el empuje árabe; al frente de la
                 misma se encontraba el Conde Julián, vasallo del Rey de España: la resistencia
                 de Ceuta dependía exclusivamente de las  provisiones que les enviaban los
                 hispano godos; pues bien, los ceutis habían descubierto algo terrible: los hebreos
                 de Africa estaban negociando la invasión árabe de España, con apoyo de sus
                 hermanos peninsulares; una vez arreglado el precio de la traición, los judíos de
                 España suministrarían a los sarracenos toda la información necesaria, y su
                 colaboración personal, para asegurar el éxito de la invasión. Naturalmente, el
                 Pueblo Elegido odia tanto a los mahometanos como a los cristianos, pero su
                 Estrategia profética prescribe que se debe enfrentar a unos contra otros hasta
                 que todos acaben dominados por ella. Y entonces era el turno para destruir los
                 Reinos Cristianos de Europa. Cuando estas noticias llegaron al Rey Egida, que
                 pertenecía a un clan enemigo de la alta nobleza y del clero, es decir, pro judío, no
                 tuvo otra alternativa que reunir el Concilio y exponer el caso de Alta Traición. Esta
                 vez hay cuatro Obispos de la Casa de Turdes Valter para defender la causa del
                 Cristianismo espiritual y de la Cultura hispano goda. Se debate arduamente y al
                 final se opta por actuar con el máximo rigor: todos los judíos de España serán
                 sometidos a la esclavitud y sus bienes confiscados en favor del Estado visigodo.
                 Es claro que estas medidas no eran duras sino blandas pues, al no aplicar la
                 pena de muerte contra los traidores,  sólo se conseguía que éstos ganasen
                 tiempo y continuasen conspirando. ¡Ya les devolverían los árabes, quince años
                 después, todas sus antiguas posesiones y les concederían un lugar prominente
                 en la sociedad, en retribución por los servicios prestados!
                        El partido de la alta nobleza y del alto clero, apoyado por los Señores de
                 Turdes Valter, se agrupaba en torno de la familia del extinto Rey Chisdavinto; el
                 partido de la “monarquía progresista” se reunía alrededor de la familia del Rey
                 Wanda, muerto en 680. Egida, que era miembro de la familia de Wanda, arregla
                 la sucesión al Trono de su hijo Vitiza, quien comienza a reinar en el año 702.
                 Mientras tanto, en la Bética, gobierna el Duque Roderico, del clan de Chisdavinto.
                 Al morir Vitiza en 710, el Aula Regia de Toledo, donde lograron mayoría los del
                 partido de Chisdavinto, proclama nuevo Rey a Roderico. Despechados los hijos
                 de Vitiza, a la sazón gobernadores de provincia y funcionarios, por lo que
                 consideran un despojo, solicitan a los judíos que les concierten una entrevista
                 con el General Ben Naser Muza. Mientras  tanto, sublevan la terraconense, la

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