Page 75 - Mitos de los 6 millones
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por su manía de imitar a Fantomas, decididamente, perdieron la guerra. ¡Inconcebible! . El
20 de julio de 1978, era detenido en Rio de Janeiro un tal Franz Wagner, acusado de haber
sido Jefe del campo de concentración de Sobibor en Polonia, donde se dió muerte, según las
denuncias presentadas por los estados de Israel, Alemania Federal, Polonia y Austria, a un
millón de judíos.
Dejando a parte la ridiculez de que en el campo de Sobibor – que no era de los 15
mayores – pudieran haberse exterminado nada menos que un millón de judíos, se da la
curiosa circunstancia de que un verdugo de tal magnitud era completamente desconocido
hasta ahora. Y más curiosas todavia parecen las declaraciones de Franz Wagner:
«En Sobibor yo era carpintero, y me dedicaba a construir casas para los oficiales y
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prisioneros».
No hace falta ser adivino para vaticinar que, si finalmente las autoridades brasileñas
ceden a las presiones y acceden a la extradicion. habrá un nuevo linchamiento legal, al caso
se le dará bombástica publicidad en la prensa mundial. y Alemania Federal pagará nuevas
indemnizaciones al Estado de Israel. Cuando fueron linchados todos los generales, se
empezó con los coroneles. Luego hubo de extraer con fórceps del anonimato al Teniente
Coronel Eichmann.
Ahora se recurre a los carpinteros. A ese paso, en el año 2.000 se descubrirá en el
Paraguay a una octogenaria que fué mujer de la limpieza en casa de un brigada de
Intendencia en el campo de Maidanek, y se descubrirá que es la responsable del
apaleamiento, fusilamiento, gaseamiento y posterior incineramiento de tres millones de
judios.
Auschwitz-Birkenau
El varias veces aludido Instituto de Historia Contemporanea. más de la mitad de
cuyos miembros son judíos. pese a que se vio forzado a admitir que las cámaras de gas
nunca funcionaron en el territorio del Reich. preciso que «las exterminaciones masivas de
judíos empezaron en 1942. en algunos lugares de Polonia, pero, en ningún caso, en
territorio aleman».
En ningún caso en territorio alemán, dice el Instituto Este Instituto sabe hacer bien
las cosas. Excepto para Juan Pueblo, que engullira ingenuamente cualquier cosa que le
repita suficientemente la Radio, la Prensa o la Televisión al servicio de los poderes
politicos establecidos, resulta evidente que la historia de las cámaras de gas es insostenible.
En cuanto a los crematorios, todos los testimonios de primera mano han afirmado que se
utilizaban para incinerar los cadáveres de los numerosos fallecidos a causa de las epidemias,
la inanicion y los bombardeos. Entonces, los resistencialistas de Munich sitúan las
«cámaras de gas» en Auschwitz, en la actual Polonia boichevizada, donde las autoridades
locales no permiten ninguna encuesta histórica seria, y el historiador se vé obligado a creer
en el testimonio de las honorables autoridades comunistas polacas bajo palabra de honor.
(sic)
Esos «lugares de la Polonia ocupada» citados por el muy oficiosoInstituto de
Munich son: Chelmno, Belzec, Maidanek, Seibidor, Treblinka, Stutthof y Auschwitz-
Birkenau. Por lo que se refiere a los seis primeros, la existencia y funcionamiento de las
1 Aunque algunos autores han pretendido dar vida a la tesis de que los alemanes gasearon «x millones»
de miembros de otros grupos raciales, no ha prosperado ni ha obtenido el respaldo oficial, que el
Sionismo se ha reservado en exclusiva para si. (N. del A.)
2 «Deja». Bilbao. 3 IX. 1978.
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