Page 39 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Relaciones Exteriores francés, Louis Barthou, era apoyado por John Simon. Se trataba
de un pacto entre las cinco potencias orientales (Checoslovaquia, Polonia, Estados
balcánicos, Rusia y Alemania) que preconizaba una garantía mutua para la
intangibilidad de las fronteras; y de un pacto entre Francia, Alemania y la Unión
soviética para ayudarse mutuamente en caso de agresión a una de ellas.
El Führer no se mostró dispuesto a entrar en un pacto que contenía obligaciones
militares automáticas de ayuda mutua. No veía en este pacto un elemento para la
conservación de la paz sino más bien una amenaza contra esta. Además, Adolfo Hitler
se refirió por primera vez a la cuestión de la devolución de las colonias y a un convenio
naval con la Gran Bretaña.
El 21 de mayo el Führer proclamó en su discurso ante el Reichstag una grandiosa
proposición de paz que fue formulada en los trece puntos siguientes:
1.- Sin igualdad de derechos no es posible el regreso a Ginebra.
2.- La revisión de los tratados debe efectuarse solamente por medio de una inteligencia
amistosa.
3.- No se firmarán tratados irrealizables.
4-Facilidades para el desarrollo regular de los tratados.
5- La colaboración europea no es posible mientras rija el sistema de decisiones
impuestas.
6.-En principio, decisión firme para concluir pactos de no agresión.
7. Buena disposición para completar el Pacto de Locarno mediante convenio aéreo.
8.-Publicación de las medidas de reorganización del ejército alemán.
9.-Disposición para la limitación general de los armamentos.
10- Supresión de las armas ofensivas.
11.-Limitación de los calibres de la artillería.
12- Labor encaminada a evitar el envenenamiento de la opinión pública.
13- Definición del concepto de intromisión en los asuntos internos de los Estados.
Adolfo Hitler concluyó con estas palabras:
“Todos nosotros sabemos, cuantos millones de adversarios valientes y denodados nos
hicieron frente en la guerra mundial. Seguramente que la Historia mostrará más a
menudo que nosotros los alemanes hemos comprendido menos el arte de vivir que el de
morir con honor ...
Yo no puedo concluir mejor mi discurso de hoy ante vosotros, compañeros de lucha y
hombres de confianza de la nación, que expresando de nuevo nuestra fe en la paz ...
Quien en Europa levante la antorcha de la guerra no puede desear más que el caos. Pero
nosotros, vivimos en la firme convicción de que en nuestro tiempo el Occidente en vez
de hundirse, resurgirá de nuevo. Quiera Alemania aportar una contribución
imperecedera a esta gran obra; esa es nuestra orgullosa esperanza y nuestra fe
inconmovible!”
Cuatro días más tarde, el Gobierno alemán envió a las potencias de Locarno un
memorándum sobre la incompatibilidad del pacto franco-ruso, del 9 de mayo de 1935,
con el pacto renano. Hizo destacar la condición de que las conclusiones establecidas en
el segundo de aquellos pactos no se podrían modificar o interpretar con eficacia legal
por un pacto concertado con un tercer Estado. Acentuaba, además, refiriéndose
especialmente al artículo 1º del pacto franco-ruso, que, en el caso en que el Consejo de
la Sociedad de las Naciones no llegara a una propuesta u opinión unánime, debiera
aplicarse la ayuda mutua en la misma forma.
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