Page 40 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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A principios de junio comenzaron las negociaciones navales anglo-alemanas. El 18 del
mismo mes quedaron estas terminadas con un cambio de notas en que se fijaban los
acuerdos adoptados.
El convenio determina las fuerzas de la flota alemana en la proporción de 35:100
respecto a la flota total británica. Esta proporción no podrá ser alterada por las
construcciones navales que emprendan otros países. En el caso de construcciones
extraordinarias, Alemania queda autorizada para requerir a Inglaterra a fin de examinar
la situación.
Alemania está dispuesta, además, a aplicar la proporción fijada especialmente para cada
categoría de buques, ya que su gobierno (como también el inglés) es favorable a aquel
sistema de las limitaciones navales que prevé un máximo de tonelaje y del calibre
respectivamente para cada una de las categorías de buques; a Alemania se le concede
teóricamente el derecho de poseer el mismo tonelaje de buques submarinos que el
Commonwealth británico. Sin embargo, Alemania se compromete a no aumentar su
tonelaje de submarinos por encima del 45% del tonelaje británico. Si se creara una
situación que hiciese necesaria, según la opinión del Reich alemán, sobrepasar este
límite, Alemania tendrá el derecho de hacer al Gobierno inglés la notificación
correspondiente estando dispuesta acto seguido a una discusión amistosa sobre tal
cuestión.
Este convenio fue firmado, en nombre del Reich, por el presidente de la delegación
alemana y embajador plenipotenciario, Joachim v. Ribbentrop. El convenio limita, en
efecto, las posibilidades de desarrollo de la marina de guerra alemana, pero ofrece sin
embargo para la política de Hitler las ventajas siguientes:
1. Con ello se logró por primera vez el reconocimiento formal de la política de
rearme alemana, suprimiendo así las reacciones del extranjero por este paso dado por el
Reich;
2. Con el tratado se eliminó aquella desconfianza surgida en Inglaterra, aquel temor
ante una nueva rivalidad militar de Alemania en el mar (que es una de las razones y no
de las últimas de la entrada de la Gran Bretaña en la guerra mundial);
3. Una vez más se mostró al mundo que los tratados directos entre dos países son
más fáciles de llevar a cabo que los colectivos;
4. Con ello se dio también un ejemplo de la posibilidad de realizar fuera de la
Sociedad de las Naciones un tratado sobre la limitación de armamentos y obtener así
una importante contribución para la paz.
Este tratado significa, desde luego, un sacrificio para Alemania. Pero el pueblo lo ha
entendido en su justo valor y lo considera como una necesidad para las relaciones anglo-
alemanas dentro del plan alemán de la política de paz. Hitler un su libro “Mein Kampf”
(Mi lucha) ha explicado la necesidad de las relaciones cordiales con Inglaterra;
constituye un rasgo fundamental de su política internacional.
Año 1936
El 27 de febrero, la Cámara francesa ratificó el pacto franco-ruso por 353 votos contra
164. El 7 de marzo las tropas alemanas entraron en la zona desmilitarizada del Rin. Las
potencias signatarias del tratado de Locarno (16 de octubre de 1925) o sean, Francia,
Bélgica, Italia y Gran Bretaña fueron notificadas de que Alemania había restablecido la
total e ilimitada soberanía nacional en la zona desmilitarizada del Rin en interés de los
derechos más primitivos de un pueblo de asegurar sus fronteras y de afianzar sus
posibilidades de defensa”.
En el memorándum alemán se decía que el pacto de Locarno había perdido su objeto y
cesado prácticamente de existir a consecuencia del pacto París-Moscú. Por esa
circunstancia, Alemania se veía desligada de ese pacto, sobre todo porque, además, se
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