Page 75 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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economía austríaca a la de Alemania. Además, fueron examinados todos los problemas
                  relativos a la introducción en Austria del Plan Cuadrienal.
                  El 26 de marzo, el mariscal Göring, en un mitin, efectuado en el vestíbulo de la estación
                  del Noroeste, expuso el programa de reconstrucción para Austria. Entre otras cosas dijo
                  que  el    Führer  había  nacido  por  designio  de  la  Providencia  en  Austria,  pues,  como
                  austríaco, su misión había sido la de fusionar Austria al Reich alemán. Ahora Austria es
                  libre y pertenece de nuevo al Reich. Göring describió luego los acontecimientos desde
                  el acuerdo del 11 de junio de 1936 y denominó el plebiscito intentado por Schuschnigg
                  como un enorme fraude electoral que aún sería examinado por parte de los tribunales.
                  Ante  el  mundo  entero  habría  que  demostrar  que  el  resultado  del  supuesto  plebiscito
                  democrático  había  sido  ya  determinado  con  anticipación.  Se  han  encontrado  pruebas
                  documentales por las que se deduce que el resultado del plebiscito debía señalar un 97%
                  en favor de Schuschnigg. Llamadas por el nuevo gobierno austríaco entraban en Austria
                  después  las  primeras  tropas  liberadoras  alemanas.  Los  soldados  no  llegaron  como
                  enemigos ni conquistadores, sino como hermanos rodeados por el júbilo de un pueblo
                  liberado.
                  Göring dio luego una ojeada a los resultados que el nacionalsocialismo ha obtenido en
                  Alemania tanto en su política interior como en la exterior. Declaró con insistencia que
                  nadie en Austria debía pensar que los hombres del Reich llegaron para quitar el trabajo
                  y poner la mesa a los austríacos. Por el contrario, el cuidará estrictamente de que aquí
                  sólo sean austríacos los que encuentren trabajo y que ellos mismos serán los encargados
                  de la regeneración de su patria. El Reich sólo dará las directrices e instrucciones, pues
                  también  en  Austria  deben  entrar  en  vigor  todas  aquellas  medidas  y  leyes  que  han
                  restablecido a Alemania. El lema debe ser: eliminación del paro forzoso en un 100%, y
                  hechos y no palabras.
                  A continuación Göring dio a conocer los puntos del programa para la reconstrucción
                  económica de Austria.
                  A la ciudad de Viena es conveniente hacer una seria advertencia, pues con sus 300.000
                  judíos no puede nombrarse con justo derecho una ciudad alemana; Göring autorizó al
                  gobernador a tomar aquellas medidas que sean adecuadas para poner en manos arias la
                  vida económica y mercantil.
                  En  seguida  Göring  argumentó  contra  la  afirmación  lanzada  de  que  la  religión  será
                  exterminada  y  la  fe religiosa  eliminada.  En  Alemania  no  ha sido  incendiada  ninguna
                  iglesia, ni ningún sacerdote atormentado o retirado por prohibición del ejercicio de sus
                  funciones sacerdotales. Basta sólo con establecer una clara delimitación. La Iglesia tiene
                  sus  funciones  determinadas,  importantes  y  necesarias  que  cumplir  y  el  Estado  y  el
                  movimiento  nacionalsocialista  tienen  otras  igualmente  importantes  y  decisivas.  En
                  Alemania no se ha prohibido la iglesia católica, sino que se ha suprimido simplemente
                  el  partido  del  Centro  y  el  clero  político.  Nunca  se  ha  ido  contra  la  Iglesia  y  mucho
                  menos  aún  contra  la  fe  religiosa,  aún  cuando  quizá  no  pueda  considerarse  a  los
                  nacionalsocialistas  como  directamente  ligados  a  una  confesión  religiosa.  El
                  nacionalsocialista no ha destruido ni la fe ni la religión, sino, al contrario, ha devuelto
                  precisamente la fe al pueblo y desea que éste sea creyente y religioso. Por consiguiente,
                  el  movimiento  nacionalsocialista  dará  a  la  Iglesia  aquella  protección  que  le  sea
                  necesaria, pero la Iglesia no deberá inmiscuirse en cosas que no son de su incumbencia.
                  Otra  calumnia  afirmaba  que  después  del  10  de  abril  comenzarían  las  represalias.  A
                  muchos  correligionarios  no  les  habría  faltado  derecho  y  muchos  de  la  otra  parte
                  verdaderamente habrían merecido la muerte. En Alemania, sin embargo, no decide sino
                  un  solo  hombre  la  vida  o  la  muerte:  este  hombre  es  el  Führer.  Quiérase  entender
                  claramente  esta  advertencia.  No  se  practicará  venganza  alguna  sino  se  empleará  el



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