Page 132 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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1 3 6          GRECIA  CLÁSICA  Y  MUNDO  MODERNO

     permitió  celebrar  una  gran  ceremonia  funeral  en  memoria  de  su  hijo
     perdido.  Hacía  falta  un  toro  que  fuera  el  primer  premio  de  los
     juegos  fúnebres,  y  los  sirvientes  de  Príamo  procedieron  a  requisar  el
     toro  de  Paris.  Éste  los  siguió  encolerizado,  tomó  parte  en  los  juegos
     y  derrotó  a  todos  los  contendientes,  incluso  a  sus  hermanos  los  prín­
     cipes,'  Se  entablaron  disputas  violentas  y  Deífobo,  figura  poco  com­
     pasiva  por  lo  general,  sacó  la  espada  para  matar  al  osado  esclavo,
     Paris  lo  hace  retroceder  a  golpes,  huye  a  un  altar,  donde  es  visto
     por  Casandra,  que  se  da  cuenta  de  que  es  su  hermano.  Exclama  ésta
     que  hay  que  darle  muerte,  pero  todos  piensan  que  sin  duda  se  ha
     vuelto  loca.  Paris  es  reconocido  y   acogido  por  Príamo.
        Hay  unos  veintitrés  fragmentos  del  Alejandro  en  los  Fragmenta
     tragicorum  42-64  de  Nauck ;  unos  42  versos  de  la  adaptación  de
      Enio;  en  cambio,  el  papiro  publicado  en  1922  por  Cronert  casi  no
      contiene  versos  completos,  pero  sí  un  buen  número  de  versos  frag­
     mentarios  o  ilegibles.  Los  testimonios  han  sido  estudiados  y  la  obra
      reconstruida  a  base  de  conjeturas  por  el  Prof.  Snell,  de  Hamburgo,
      en  un  hermoso  artículo  publicado  en  el  número  5  de  los  “ Einzelschrit­
     ten”   de  Hermes  (1937).  Los  resultados  a  que  llega  Snell  completan
     y  en  su  mayor  parte  confirman  los  que  yo  obtuve  en  un  trabajo  es­
      crito  hacia  1920.
         En  el  prólogo,  tal  como  lo  da  Enio,  se  habla  del  sueño  de  Hécuba,
      del  parecer  de  los  profetas,  de  la  decisión  de  Príamo,  del  abandono
      del  niño  y  del  dolor  de  Hécuba :  και  χρονου  προδβαινε  ποός,  “ El  pie
      del  tiempo  seguía  caminando” ,  pero  Hécuba  no  se  consolaba.  Luego,
      al  parecer,  venía  una  escena  entre  Hécuba  y  alguien  que  trata  de
      consolarla 1 :

      “ No  deben  derramarse  lágrimas  nuevas  por  viejos  dolores."
      “ No  hay  duda  de  que  las  penas  deben  plegarse  con  el  pasar  del
        tiempo."
     "N o  lo  ignoro,  pero  más  fácil  es  hablar  de  esa  manera
        que  soportar  pacientemente  un  largo  mal."
      "Todos  los  hombres  han  de  morir.  Es  de  sabios  soportar  con  mode­
        ración  una  angustia  que  sobre  todos  ha  de  abatirse."


        1  Nauck,  43-7.
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