Page 143 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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     TRAGEDIAS  DE  EURÍPIDES  DE  4 1 5   A.  J.  C.  147:
      Cafereo  que  hicieron  naufragar  a  toda  la  flota  de  los  asesinos  de  su
      hijo.  En  las  T royanos,  este  hundimiento  de  la  flota  victoriosa  no
      cabe  en  el  asunto  propiamente  dicho,  pero  se  dispone  mediante  el
      acuerdo  entre  Poseidon  y  Atenas  en  el  prólogo  y  luego  se  hace  alusión
      a  él  más  de  una  vez 15.
         En  su  mayor  parte,  los  fragmentos  casan 16.  En  la  tradición,  Pala
      medes  fue  un  gran  inventor.  En  el  primer  fragmento  cuenta  cómo
      inventó  las  letras  y  el  arte  de  escribir,  de  modo  que  un  hombre,
      ausente,  pudiera  saber  de  su  casa  y,  moribundo,  pudiera  dejar  una
      tablilla  en  que  dijera  cómo  quería  que  se  dividieran  sus  bienes ;  por
      otra  parte,  el  documento  escrito  acaba  con  toda  suerte  de  disputas  y
      testimonios  falsos.  Así  es,  pero  este  arte  de  escribir  es  precisamente
      el  que  acarrea  la  muerte  a  su  inventor.  La  ironía  es  completa.  El
      tercer  fragmento  contiene  una  διαβολή  dirigida  a  Agamenón,  cabe  su
      poner  que  por  Ulises :
         Oh,  rey,  las  fortunas  de  los  hombres  adoptan  variadas  formas,
         Pero  todos  se  afanan  hacia  un  fin.
         Todos  los  mortales,  vivan  con  sabiduría  o  la  desconozcan  en  ab
            soluto,
         Trabajan  por  obtener  riquezas,  y  el  más  prudente  es  el  que  en
            mayor  medida  las  amasa.
      Sospecho,  por  consiguiente,  que  Agamenón  no  ha  de  sorprenderse  de
      que  Palamedes,  pese  a  toda  su  sabiduría,  se  vuelva  traidor  por  sobor
      no.  Hay  un  dístico  para  la  defensa  que  hace  Oiax  en  que  se  explica
      que  un  solo  hombre  de  genio  importa  más  que  muchos  generales  que
      ejerzan  el  mando :
         Generales  podríamos  serlo  diez   de  nosotros,
         Pero  prudentes  apenas  uno  o  dos  en  largos  años.
      Es  al  parecer  la  misma  persona  quien  dice:
         Aquel  cuyas  palabras  son  justas
         Pero  cuyas  acciones  son  perversas
         Nunca  será  para  mí  sabio.
         15  En  especial  456,  1.100  ss.
         16  Nauck,  578-90.
     	
