Page 154 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
P. 154
1 5 8 GRECIA CLÁSICA Y MUNDO MODERNO
ponderación. Contribuyó a poner los cimientos de aquel inestimable
vehículo de civilización, la Koiné Dialektos, con la cual, a costa de
hacerse facilona. chata, ordinaria y un tanto desmayada, la lengua
griega de la época helenística evangelizó a todo el mundo medite
rráneo.
Tenía siempre razón, y tenía de sí mismo una alta opinión,
opinión justificada, cosa que, naturalmente, hace de él un escritor
irritante. Era hombre de letras, moralista y educador con conciencia
de casta. Como todos los especialistas en asuntos públicos, siempre
está diciéndole a la gente lo que debiera hacer y cómo debiera ha
cerlo, pero pocas veces haciendo él mismo algo muy notable.
Creo, sin embargo, que es inducir por completo a error decir que
corrompió la historia con la retórica. Al contrario, cabe mantener con
fundamento que reformó el estudio de la historia y que — como de
costumbre— casi todas sus reformas fueron acertadas. Deduzco sus
principios de la obra de sus discípulos, sobre todo la de Éforo y
Teopompo.
1. Comprendió que la historia debe ser universal y no local.
Para un filósofo, la gran aventura de la humanidad es realmente una,
y, además, no empeñándose en esa doctrina un tanto elevada no se
puede entender prácticamente el curso de la política de una nación
sin conocer el efecto ejercido por sus vecinas sobre ella. Éforo tituló
su gran obra ιστορία κοινών πράξεων, “ Examen de las comunes fortu
nas” , o sea de cómo nos ha ido a todos los humanos. Es una gran
idea, y el efecto por ella ejercido puede apreciarse en la hermosa
introducción a la Historia de Diodoro de Sicilia.
2. Como Aristóteles, comprendió que la historia debe ser la
relación de toda la praxis o experiencia del hombre en este mundo, y
no simplemente una relación de guerras o aun de grandes hazañas.
En tiempos posteriores circulaba una historia especial de los inventos
humanos bajo el nombre de Éforo, y parece que no era un tratado
aparte, sino una serie de pasajes sacados de su historia general.
3. Las crónicas de Grecia estaban enraizadas en un cúmulo inex
tricable de mitos y leyendas imposibles de verificar, que autores ante
riores habían tratado en vano de armonizar o de reducir a razón.
Audazmente, la escuela de ísócrates los suprimió. Éforo no concedió
crédito alguno a ninguna tradición que fuera anterior al retomo de