Page 16 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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2 0           GRECIA  CLÁSICA  Y  HUNDO  MODERNO


      estas  distintas  formas  poéticas,  sino  que  cada  una  de  ellas  tiene  sus
      metros  adecuados  e  incluso  su  dialecto  propio.
         En  la  prosa,  la  variedad  es  mayor  aún,  si  bien,  cosa  curiosa,  no
      existe  la  clase  de  prosa  que  es  la  más  corriente  en  la  literatura  de
      Babilonia  o  de  Egipto.  Al  menos  en  el  período  clásico  no  hay  eró-
      nicas  de  megalomanía  regia,  ni  textos  de  magia  ni  libros  de  oráculos.
      Cierto  es  que  a  veces  se  cita  a  determinados  oráculos  y  que,  por
      supuesto,  existieron  ritos  mágicos  y  encantamientos.  Esto  nos  consta.
      Pero  no  fueron  considerados  dignos  de  ser  conservados,  como  tampoco
      lo  fueron  los  arrebatos  de  profetas  trashumantes.  No  hay  tampoco  un
      gran  código  uniforme  de  leyes  como  el  de  Hammurabi.  En  cambio,
      encontramos  distintos  códigos  locales,  que  unas  veces  son  tradicio-
      nales  y  otras  son  obra  de  legisladores  individuales,  fruto  de  un  pen­
      samiento  vivo  y  original.  Hay  distintos  tipos  de  historia:  crónicas
      locales ;  la  compilación  que  de  ellas  hizo  Helánico ;  Herodoto  y  su
      Historié  universal,  o  sea,  una  indagación  sobre  todo  aquello  que  inte­
      resaba  al  autor;  Tucídides  y  su  historia  rigurosamente  limitada  y
      científica  de  una  determinada  guerra.  Y   luego  pueden  señalarse  dos
      formas  literarias  casi  desconocidas  en  los  demás  pueblos :  la  filosofía
      y  la  oratoria.  La  filosofía  adopta  las  más  variadas  formas,  por  basarse
      en  las  ciencias  naturales,  en  la  matemática,  en  la  astronomía  o  en  las
      necesidades  de  la  sociedad,  culminando  quizá  en  las  dos  escuelas  de
      pensamiento  ético  que  aún  dividen  a  los  moralistas  actuales :  el  estoi­
      cismo  y  el  epicureismo.  La  oratoria,  oratoria  argumentativa  práctica,
      fue  desarrollo  natural  de  las  instituciones  políticas  libres  para  las  cuales
      no  había  lugar  ni  en  Egipto  ni  en  Babilonia  ni  en  Jerusalén.  Un  sub­
      producto  de  la  oratoria  es  el  cúmulo  de  escritos  ocasionales,  como  las
      censuras  del  viejo  oligarca  a  la  democracia  ateniense;  las  Memorables
      de  Jenofonte  y  sus  notas  sobre  los  perros  de  caza,  así  como  los  Mimos
      de  Sofrón  y  su  maravillosa  progenie,  los  diálogos  platónicos.  Tal  va­
      riedad  es  muy  superior  a  la  que  presenta  cualquier  otra  literatura,
      anterior  o  posterior  a  la  griega,  hasta  llegar  a  tiempos  muy  modernos.
      Ni  Roma  ni  la  Edad  Media  lograron  parangonarse  con  ella.
         Otra  característica  griega  que  llamará  nuestra  atención  es  el  esca­
      sísimo  papel  que  desempeñan  la  superstición  o  la  magia,  asombrosa­
      mente  reducido  si  se  compara  con  Babilonia,  Egipto  o  la  India.  Claro
      está  que  en  la  antigua  Grecia  hubo  no  poca  superstición.  Así  tenía
      que  ser,  y  en  realidad  hay  abundantes  testimonios  sobre  el  particular.
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