Page 175 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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COMIENZOS DE LA GRAMÁTICA 179
Y, sin embargo, todos los términos gramaticales de este idioma
amorfo y sin flexión se derivan de una de las lenguas de más her
mosa construcción y de flexión más completa que la lingüística co
noce. Una gran autoridad en la materia ha hecho notar que las dife
rentes naciones que hablaban lenguas indoeuropeas eran diametral
mente distintas en raza, en constitución, en condiciones climáticas
y en la mayoría de las demás cosas. Sólo coincidían en hablar distin
tas modalidades de una lengua tan precisa, tan flexible y tan rica en
variedad de formas, que nadie que no tuviera bastante caletre y una
cierta capacidad de tomarse una constante molestia podía servirse
de ella. Quizá sea ésa — señala— la razón a que obedece el extra
ordinario éxito de tales naciones en la lucha por la vida y su supe
rioridad general sobre sus vecinas.
La ciencia progresiva es siempre ingrata. Así como los economis
tas sin imaginación se ríen de Stuart Mill y los biólogos de Darwin,
y así como los periodistas que se han asomado a la obra de Einstein
tratan a Newton como si fuera un matemático inepto, así el geómetra
moderno nos pone en guardia contra Euclides y el filólogo nos pre
viene contra los conceptos de la gramática griega. Y, sin embargo,
no sólo tiene base griega toda la ciencia del lenguaje, sino que las
conquistas efectivas de los griegos en el análisis del lenguaje, si hace
mos el necesario esfuerzo de imaginación para comprender lo que
querían decir, son de por sí brillantes y, a mi parecer, útiles real
mente para el investigador moderno. Pero primero hemos de damos
cuenta del sentido de las palabras que empleamos, porque todas han
cambiado : grammatikê no es gramática, ni rhêtorikê es retórica, y,
extremo más importante todavía, el punto de vista desde el cual
abordaban ios griegos su problema es distinto del nuestro.
La antigua grammatikê era una "ίχνη, un arte u oficio, un estudio
enderezado a usos prácticos ; la filología moderna, por el contrario,
no es una τέχνη, sino una ciencia física. Tiene por objeto el fenómeno
universal del habla humana y sólo se preocupa de determinar y co
ordinar los hechos. Se interesa especialmente por la variedad de len
guas y por la diversidad de sus métodos especiales. Hasta mediados
del siglo XVIII, las lenguas que los filólogos europeos conocían eran
principalmente el griego, el latín y el hebreo, todas las cuales se ase
mejaban en ser lenguas flexivas. Cierto es que el hebreo es una
lengua semítica, y que hubiera podido resultar enormemente instruc