Page 184 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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GRECIA  CLÁSICA  Y  MUNDO  MODERNO

     en  su  origen  por  haberse  perdido  las  demás  obras  de  Apolonio,  así
     como  las  de  su  famoso  hijo,  Herodiano,  Marco  Aurelio  le  invitó  a  ir
     a  Roma  desde  Alejandría.
        Al  lector  moderno,  estos  dos  libros  le  dan  la  impresión  de  estar
     abarrotados  de  términos  técnicos,  lo  mismo  que  las  obras  antiguas
     sobre  métrica.  El  defecto  es  natural.  Los  griegos  empezaron  sin  tener
     términos  técnicos,  y  sentían  desesperadamente  su  falta;  la  demanda
     produjo  la  oferta,  y  la  extraordinaria  facilidad  del  griego  para  acuñar
     palabras  hizo  que  la  oferta  resultara  abundante  y  quizá  excesiva.
     Pero  procuremos  imaginar  la  dificultad  con  que  tropezaban  estos
     exactos  pensadores  para  encontrar  nombres,  y  nombres  que  fueran
     adecuados,  para  la  inmensa  plétora  de  finas  distinciones  psicológicas
     que  el  verbo  griego  les  presentaba.
        Ya  el  sustantivo  mismo  tenía  sus  dificultades.  Λο'γος, λόγου, λογψ,
     λογον, λογε. ¿Cómo  habría  que  llamar  y  distinguir  todas  estas  formas?
     Eran  πτώσεις,  caídas  o  declinaciones  de  la  palabra  original.  Pues  bien,
     λόγος  era  recta,  estaba  derecha;  era  simplemente  la  forma  nominal,
     ονομαστικός,  nominativus. Λο'γε  era,  evidentemente,  la  πτώσις  para  lla­
     mar  a  alguien,  κλητική, vocativus.  Pero  ¿y  λο'γοο?  Pues  era  el  nombre
     del  padre;  Νικίας  Νικηράτου  significaba  “ Nicias,  hijo  de  Nicerato” .
     Llamémoslo  πατρική.  Pero  era  también  el  caso  del  poseedor,  οίκος
     Νικίου,  “ la  casa  de  Nicias";  o  sea  que  era  el  κτητική,  possessivus.
     Era  asimismo  la  forma  para  denotar  la  clase  o  género,  el  γενική;
     y  los  romanos,  que  no  estaban  fuertes  en  cuestiones  abstractas,  lo
     llamaron  genitivus.  Λογψ  era  un  caso  relativamente  fácil :  δίδωμί  σοι,
      έπιστέλλω  σοι.  Era  el  caso  que  corresponde  al  dar  o  al  mandar,  el
      δοτική  ο  έπισταλτική;  y  los  romanos  acertaron  llamándolo  dativus.
        Pero  ¿qué  hacer  con  λόγον?  Estamos  acostumbrados  a  decir  que
     denota  el  objeto  de  un  verbo  transitivo,  pero  ésa  es  una  concepción
     sumamente  abstracta  y  recóndita,  y  los  griegos  no  tenían  palabra
     para  objeto  y  no  se  sentían,  creo  yo,  completamente  a  sus  anchas
     con  la  noción  de  transitivo.  (Hablan  de  διάβασις,  la  transición  de  la
     acción  de  un  verbo,  y  τα  έν  διαβάσει  του  προσώπου  ρήματα  son  verbos
     transitivos  y  existe  una  palabra  obligada  διαβιβαστικός  para  transitivo ;
     pero  la  idea  todavía  parece  que  le  resulta  difícil  a  Apolonio.)  Tenían
     la  palabra  υποκείμενον,  subjectum,  que  significaba  el  asunto  entre
     manos  o  la  cosa  de  que  se  habla;  según  el  contexto,  podía  denotar
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