Page 185 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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COMIENZOS  DE  LA  GRAMÁTICA           189

      el  sujeto  o  lo  que  nosotros  llamamos  el  objeto  de  la  frase 3.  Pero  el
      objeto  en  contraposición  a  sujeto  es  uno  de  los  contadísimos  térmi­
      nos  filosóficos  que  son  latinos  y  no  griegos.  En  el  sentido  filosófico
      tuvo  que  esperar  a  nacer  hasta  Duns  Scoto  (siglo  X lll),  y  el  uso  que
      de  él  hacía  éste  era  completamente  distinto  del  hoy  vigente.
          ¿Qué  habían  de  decir,  pues,  de  λο'γον  los  predecesores  de  Dionisio
      y  Apolonio?  Pues  dijeron  — cosa  que  a  nosotros  nos  parece  un  tanto
      rara—   que  era  el  caso  que  indicaba  la  causa.  Rige  la  preposición
       διά.  Διά  σέ,  διά  τόν  λο'γον,  “ por  ti” ,  “ a  causa  de  ti” ,  “ por  la  palabra” ,
      “ a  causa  de  la  palabra” ;  es  el  caso  que  va  unido  a  la  preposición
      causal.  Y   además,  si  tratamos  de  analizar  la  relación  de  este  caso  con
      el  verbo  en  φιλώ  σε,  μισώ  σε,  no  es  tan  mala  ocurrencia  decir  que
      significa  φιλώ,  “ yo  amo” ,  σε,  “ por  causa  tuya” ;  “ tú  eres  la  causa  de
      ello” .  Los  romanos  tradujeron  αιτιατική  πτώσις  por  casus  acussativus,
      como  si  procediera  de  αιτία,  acusación,  aunque  también  se  encuentra
      el  término  causativus.  Quizá  les  confundiera  el  curioso  uso  técnico
      de κατηγορεΐν  en  griego  para  designar  una  afirmación  definida  o  "cate­
      górica” .
         La  escuela  de  Aristarco  volvió  a  captar  el  significado  del  dual,
      que  anteriores  generaciones  habían  olvidado.  A   lo  que  parece,  se
      había  extinguido  hacía  mucho  en  todos  los  dialectos,  excepto  el
      ático,  y  los  primeros  poetas  alejandrinos,  entre  ellos  incluso  Apolonio
      de  Rodas,  al  encontrarse  con  los  duales  de  Homero  los  tomaron
      simplemente  por  formas  más  viejas  del  plural  y,  por  ejemplo,  hicieron
      que  los  participios  de  dual  concordaran  con  sustantivos  plurales  y
      cosas  parecidas.  Los  filólogos  nos  dicen  que  en  principio  tenían  razón.
      El  dual  sólo  fue  un  primer  intento  de  denotar  la  pluralidad  en  con­
      traposición  a  la  unidad  cuando  nuestros  antepasados  no  habían  em­
      pezado  a  distinguir  las  varias  clases  de  “ muchos” .  Cabe  compararlo
      con  un  plural  como  el  de  los  bosquimanos,  que  dicen  tu  para  decir
      boca  y  tutu  para  el  plural  bocas.  Pero  claro  está  que  en  los  primeros
      tiempos  de  la  lengua  griega,  el  dual  se  reservaba  especialmente  para
      denotar  “ dos” ,  y  Dionisio  lo  designa,  como  es  debido,  por  δυϊκός
       άριθμος.


         3   Por  ejemplo,  en  verbos  activos  ή  ενέργεια  ως  προς  υποκείμενόν  τι  διαβιβά­
       ζεται.  Apolonio,  Σοντ.  III,  148,  Uhlig.
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