Page 214 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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XI. — LETRAS HUMANAS Y CIVILIZACIÓN
os clásicos griegos y latinos, que durante diez años memorables
ayudé a enseñar en esta Universidad, deben a una larga tradición
histórica el puesto que ocupan en la educación moderna. Durante
muchos siglos, el latín constituyó una verdadera necesidad para los
hombres instruidos. No sólo se escribían en latín la mayoría de las
obras serias, sino que el latín era la lengua común para el trato coti
diano entre la gente culta de toda Europa. En este sentido ha sub
sistido bastante más tiempo de lo que nos percatamos la mayoría de
nosotros. Un tío mío que fue corresponsal de guerra en la insurrección
polaca de 1863 pudo comprobar que el latín resultaba la lengua más
conveniente para entenderse y lo único que le confundió un poco fue
el absoluto desprecio de la cantidad por parte de los polacos. (Un
polaco al que le hizo un comentario al respecto contestó, si se me
permite emplear una fonética bárbara : “ Ego Pollönus et nos Pollöni
non curämus de quantittäte syllabbärum.” ) Hay sacerdotes católicos
que todavía hablan latín con soltura, y en la Asamblea General de
la Sociedad de las Naciones he podido notar que mientras una cita
de Shakespeare o de Dickens no conduce a nada y una de Racine o
de Goethe surte escaso efecto, un verso de Virgilio o un latiguillo de
Cicerón son acogidos con el beneplácito más general.
Pero no es de este aspecto de los clásicos del que quiero hablar.
A través de los siglos, a raíz de la disgregación del Imperio romano,
cuando una tras otra fueron apagándose las luces en nuestro mundo
occidental, el latín fue cuidado como una especie de cable de salva-