Page 37 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS A LA LITERATURA GRIEGA
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Por lo común consiste en introducir el nombre del autor en el cuerpo
del poema : καί τοδε Φωκυλίδεω, como Έκαταΐος Μιλήσιος ώδε μυθέεται:
pero Teognis, al igual que Hesíodo, usa como "sello” el nombre de
la persona a quien dedica el poema, un cierto Cimo, hijo de Polipao
— a menos que Πολυχαίδης sea una persona distinta— , a la que da con
sus versos “las alas de la fama” . Otro "sello” es el estilo mismo? el
estilo un tanto duro, desilusionado, en parte cínico y en parte hiper-
sensible, del aristócrata desterrado víctima de una injusticia y amar
gado. Claro está que ninguno de los dos sellos es muy eficaz medido
por el rasero de las cerraduras Yale. Para el que hubiera querido es
cribir fingiéndose Teognis hubiera sido bastante fácil imitar su estilo
e insertar el nombre de Cimo, lo mismo que lo hubiera sido para
quien hubiese querido plagiar los poemas poner en vez de Cimo
otro nombre propio equivalente desde el punto de vista métrico, como
Glauco o Fedro. Pero probablemente esta costumbre no se seguía para
protegerse contra la mala fe, sino sólo contra la vaguedad de la
memoria popular. Nuestro libro es, pues, un σύγγραμμα de todos los
versos elegiacos que el compilador pudo encontrar vivos en la me
moria de alguna persona y que se atribuían a Teognis o, por lo
menos, que se asemejaba lo bastante a los poemas de dicho autor
para que valiera la pena incorporarlos en la colección.
Porque ahora viene otro hecho sorprendente. En la colección en
contramos poemas o conjuntos de versos que se citan en otros textos
y se atribuyen por autores más antiguos no a Teognis, sino a otros
distintos poetas : Tirteo, Mimnermo, Eveno y Solón. Y si se tiene
en cuenta hasta qué punto es relativamente raro y fortuito encontrar
citas de esa clase, lícito es suponer que si nuestros restos de literatura
antigua fueran más abundantes o si poseyéramos manuscritos autén
ticos de Mimnermo, Solón y los demás, en nuestra colección ele
Teognis habría otros muchos pasajes que se atribuirían también a
otros autores. ¿Significa esto que los pasajes en cuestión son “ espu
rios” o que realmente son de Solón o de Mimnermo más que de
Teognis? De ningún modo; tal conclusión sería perfectamente arbi
traria. Significa únicamente que el autor de nuestra colección topó
con gran número de versos que eran demasiado buenos para dejarlos
perder, pero cuya paternidad era incierta o se había olvidado. Los
incorporó, pues, en su Teognis, pero no cabe duda de que lo mismo
los hubiera incluido si se hubiera dedicado a hacer una colección de