Page 45 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS  A  LA  LITERATURA  GRIEGA      49

      bien  habla  de  oí  έξωτερικοί  λογοι  y  de  οί  εν  κοινψ  λογοι,  cuya  natu­
      raleza  no  está  clara ls.  Quizá  sean  las  mismas  que  las  obras  publicadas!
      tal  vez  sean,  por  otra  parte,  las  conferencias  dadas  en  la  escuela  en
      ocasiones  públicas  o  en  ocasiones  en  que  se  congregaba  toda  la  es­
      cuela.  Acaso  sean  simplemente  lo  mismo  que  τα  λεγομενα,  opinión
      común.  No  sabemos  ni  de  lejos  lo  suficiente  sobre  el  funcionamiento
      de  la  escuela  para  poder  zanjar  estos  puntos.  Pero  podemos  ver  las
      muchas  etapas  por  las  que  las  enseñanzas  de  un  filósofo  podían  pasar
      antes  de  llegar  a  la  que  encontramos  en  Aristóteles  o  la  fase  muy
      posterior  que  hallamos  en  Platón.  Y   esto  nos  permite  comprender
      cómo  es  que  Aristófanes  pudo  servirse  de  las  ideas  contenidas  en  la
      República  para  una  comedia  algo  así  como  unos  veinte  años  antes
      de  que  dicha  obra  saliera  a  la  luz.
         Al  reflexionar  sobre  todo  lo  expuesto  se  llega  a  la  conclusión  de
      que  Herodoto  abrió  una  nueva  era  en  la  historiografía  y  Platón  en
      la  composición  de  obras  filosóficas.  Herodoto  no  sólo  consignó  por
      escrito  sus  materiales!  no  se  limitó  simplemente  a  transcribir  uno
      tras  otro  los  logoi  de  que  ya  se  había  servido  para  sus  recitados,  sino
      que  los  fue  trabajando  hasta  formar  una  unidad  con  un  argumento
      y  un  relato  continuo.  Análogamente,  Platón  no  se  limitó  meramente,
      según  nos  es  dado  colegir,  a  componer  un  tratado  esotérico  o  tantos
      tratados,  como  Anaxágoras,  cuyo  “libro” 19  podía  comprarse  por  un
      dracma.  Claro  está  que  en  la  academia  producía  él  tales  obras,  al
      igual  que  otros  filósofos,  pero  su  aportación  peculiar  consistió  en  el
      diálogo  artístico,  una  obra  de  arte  o  epideixis,  escrita  con  aquel  apa­
      rato  destinado  a  persuadir,  encantar  o  incluso  deslumbrar  al  oyente
      (ακροατήν),  acerca  de  la  cual  observa  justamente  Aristóteles :  “ Nadie
      enseñaría  geometría  de  esa  manera” 20.  No  puedo  por  menos  de  referir­
      me  a  una  antigua  convicción  mía.  Sabemos  que  Platón  admiraba  a
      Bpicarmo  y  que  “ dormía  con  los  mimos  de  Sofrón  bajo  la  almohada” .
      No  puedo  por  menos  de  pensar  que  el  joven  y  brillante  aristócrata
      empezó  escribiendo  mimos  o  conversaciones,  que,  como  otros  mimos,
      se  proponían  entretener  a  los  oyentes.  Pero  sus  conversaciones  no
      eran  entre  pescaderas  o  cualidades  abstractas  o  cosa  parecida,  Repre­


         18  Véase  nota  pág.  89,
        19  Platón,  Defensa,  26  d,
           Ret,,  III,  I,  6,
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