Page 52 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
P. 52

56            GRECIA  CLÁSICA  Y   MUNDO  MODERNO

      hermoso  y  sincero  que  el  que  inspiró  a  Tucídides,  aunque  es  cosa
      difícil  de  determinar.
         El  vocablo  “ historia’'  quizá  hubiera  podido  conservar  un  sentido
      más  amplio  del  que  hoy  tiene  (por  ejemplo,  podría  haber  compren­
      dido  la  geografía  y   la  etnología),  de  no  haber  reducido  el  campo  de
      su  propia  historié  el  segundo  de  los  grandes  historiadores  griegos.
      Tucídides  compuso  una  crónica  de  la  guerra  entre  el  Peloponeso  y
      Atenas,  y  si  bien  incorporó  en  ellas  los  actos  y  las  palabras  que  se
      realizaron  y  dijeron  en  uno  y  otro  bando,  y  agregó  un  maravilloso
      estudio  sociológico  de  la  Grecia  antigua  y  otras  observaciones  filosó­
      ficas  que  hacían  al  caso,  en  conjunto  suprimió  implacablemente  todo
      aquello  que  no  tenía  importancia  primordial  en  el  aspecto  político.
      En  sus  manos,  la  historia  se  convirtió  en  lo  que  nosotros  llamamos
      “ historia  política”   y,  por  lo  común,  ha  conservado  desde  entonces  ese
      carácter.  La  palabra  “ Historia”   significa  en  sí  historia  política î  y  si
      un  escritor  se  propone  que  su  Historié  sea  cosa  distinta,  tiene  que
      advertirlo  expresamente.
         Por  razones  obvias  ha  sobrevivido  esta  concentración  de  la  his­
      toria  en  los  actos  públicos  de  las  grandes  figuras  de  la  humanidad,
      incluso,  claro  está,  los  resortes  ocultos que sus actos  hayan podido tener.
      Dominadas  las  masas  por  un  cándido  esnobismo o un  fanático  culto  del
      héroe,  les  agrada  saber  de  príncipes  y  conquistadores!  y  lo  que  hacen
      estas  importantes  personas,  por  banal  o  estúpido  que  sea,  está  llamado
      a  tener  consecuencias  trascendentales  y,  por  tanto,  vale  la  pena  sa­
      berlo !  y  en  tercer  lugar,  los  acontecimientos  de  la  historia  política
      — la  muerte  y  los  matrimonios  de  los  reyes,  las  grandes  batallas,  las
      leyes  importantes  que  aprueban  los  Parlamentos,  etc,—   forman  una
      serie  de  hechos  bien  definidos  y  separables,  que  llevan  nombres  inte­
      ligibles,  con  todo  lo  cual  cabe  constituir  una  armazón  histórica.  Por
      ejemplo,  el  movimiento  romántico  o  el  advenimiento  de  los  sofistas
       representan  hechos  de  mucha  mayor  importancia  e  interés  que  la
      muerte  de  Guillermo  IV  o  la  batalla  de  Oenofita,  pero  no  son  tan
      fáciles  de  comprender,  ni  sus  fechas  tan  concretas  ni  su  carácter  tan
      definido.
          La  historia  política  nos  da  una  armazón  de  fechas,  nombres  y
       hechos  concretos.  Pero,  ¿puede  decirse  que  nos  brinde  una  trama
       de  acontecimientos  a  la  que  podamos  atribuir  valor  real?  ¿Puede
      decirse  que  sea  en  algún  sentido  una  hermosa  narración?  ¿Nos  hace
   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56   57