Page 53 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS A LA HISTORIA DE GRECIA 57
enorgullecemos del género humano? Así como se dice que casi todas
las personas decentes se ponen enfermas cuando por primera vez en
su vida matan un pájaro, yo creo que la mayoría de los estudiosos
de la historia política sienten opresión más tarde o más temprano
ante la futilidad y el horror que entraña. “ ¿Eran malas esas gentes?” ,
dijo una vez una campesina italiana a alguien que trataba de ense
ñarle la historia del Imperio romano. “ Sí.” “ ¿ Y todos han muerto?”
“ Sí.” “ Entonces, no hablemos más de ellos.” N o es simplemente que
la historia política, como los periódicos, mencione tan sólo lo que
destaca, y que esto suela ser delitos o calamidades. Es también que,
por lo común, el relato todo es sórdido, y que el papel que desem
peñan los intereses egoístas y materiales es de una amplitud increí
ble si se compara con la conducta que normalmente esperamos que
sigan nuestros amigos y que esperamos seguir nosotros mismos. El
desinterés o el heroísmo que a veces se observa es, por lo común,
una reacción provocada por una gran opresión, una chispa de bien
arrancada por una montaña de mal. Casi nos atreveríamos a decir
si el hombre es bestia tan cruel y despreciable ¿qué valor hay en las
luchas de una nación contra otra o de una clase contra otra? Más
aún, considerando el pavoroso gasto diario de sangre y de dolor que
por todo el ámbito de la creación cuesta mantener vivo al simio
insaciable y carnívoro que llamamos el Hombre, ¿podríamos encon
trar una gran satisfacción espiritual incluso en su tan cacareada con
quista de la naturaleza? Los patrones de la historia convencional son
realmente de una pobreza miserable. Siempre espera que nos regoci
jemos o nos hinchemos de orgullo porque un grupo de hombres, que
eran numerosos o tenían armas buenas o comían mejor, mataron o
pusieron, en fuga a otro grupo de hombres que eran menos nume
rosos o disponían de armas menos buenas o estaban peor alimentados ;
o porque los habitantes de un lugar aumentaron en número, o porque
son más ricos o pueden trasladarse de un lugar a otro con más rapidez
o pueden beber o comer más o matarse con mayor facilidad, ideales
todos que son compatibles con aquellas caricaturas debidas al famoso
dibujante W ill Dysen a principios de la Guerra Europea, en las que
representaba a gorilas en aeroplano con gafas de aviador y chalecos
recamados de joyas lanzando bombas de alto explosivo por los cam
pos. Esos ideales provocan y dejan sin contestar críticas de la índole
de las que Platón lanzó contra los políticos que llenaban a Atenas de