Page 61 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS  A  LA  HISTORIA  DE  GRECIA     65

      ios  griegos  padecieron  mucho  de  stasis.  Dentro  de  la  muralla  que
      circundaba  a  la  ciudad,  y  que  había  de  proteger  a  un  determinado
      número  de  tribus,  clanes  y  familias,  unidas  todas  por  comunidad  de
      sangre  y  de  culto,  en  realidad  se  contenía  con  harta  frecuencia  una
       σύμμεικτον πλήθος,  una  “ multitud  mezclada” ,  de  tan  distintas  razas,
      antecedentes  y  tradiciones  que  le  resultaba  muy  difícil  vivir  unida.
      Sin  embargo,  a  pesar  de  todas  sus  disensiones,  la  literatura  griega
      muestra  ya  desde  sus  comienzos  el  deseo  único  en  su  género  de  com­
      prender  y  respetar  a  los  enemigos  así  como  a  los  amigos.  La  misma
      litada,  el  máximo  poema  nacional  de  Grecia,  llega  a  su  punto  más
      alto  de  patetismo  al  describir  la  despedida  de  Héctor  y  Andrómaca  y
      la  muerte  de  Héctor !  su  clímax  espiritual  es  la  revulsión  que  se
      opera  en  el  alma  de  Aquiles  contra  su  propia  venganza.  En  las  tra­
      gedias  áticas  que  tratan  de  la  guerra  de  Troya,  como  Las  troyanas
      o  Hécuba,  se  expresa  más  simpatía  por  los  troyanos  que  por  los
      griegos,  porque  no  cabe  duda  de  que  la  necesitan  más.  No  se  intenta
      nunca  vilipendiar  el  carácter  del  enemigo  nacional.  De  igual  manera,
      Herodoto,  aunque  considera  la  invasión  persa  una  espantosa  calami­
      dad  y  juzga  que  la  victoria  de  Grecia  es  un  triunfo  para  la  libertad
      y  para  toda  la  humanidad  — como  indudablemente  lo  fue— ,  nunca
      manifiesta  tendencia  a  difamar  a  los  persas.  Al  contrario,  aunque
      refiere  algunos  excesos  de  éstos  así  como  varios  de  los  griegos,  de­
      muestra  un  evidente  interés  por  exponer  la  educación  persa,  con  sus
      tres , deberes :  "cabalgar,  disparar  el  arco  y  decir  la  verdad”  (ίππεόειν,
      τοξεόειν, άληθίζεσθαι) 4.  Nunca  pone  en  ridículo  al  enemigo  vencido  ni
      se regocija  con  la  victoria.  Relata  con  algún  detenimiento  la  demoledora
      respuesta  de  Pausanias  al  mantis  griego  que  quería  ultrajar  el  cadáver
      de  Mardonio.  Cierto  es  que  acepta  la  división  que  normalmente  se
      hacía  de  la  humanidad  en  gentes  de  habla  griega  y  gentes  de  lengua
      incomprensible,  Hellenes  y  Barbarei,  pero  sus  prejuicios,  de  tener
      alguno,  no  son  nacionalistas  en  lo  más  mínimo.  Respeta  a  los  egipcios
      por  su  efectiva  superioridad  sobre  los  griegos  en  cultura  y  antigüedad,
      y  siente  una  admiración  romántica  por  los  escitas  y  otros  Naturvölker,
      semejante  a  la  que  Tácito  sentía  por  los  germanos.
         En  Tucídides,  la  falta  de  prejuicios  es  tan  pronunciada,  que  casi
      resulta  enigmática.  ¿Simpatizaba  con  su  país  o  simpatizaba  con  Es­

         4 I,  136.
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