Page 78 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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      Pero  los  fragmentos  son  bastante  numerosos  y  su  estudio  queda  re­
      compensado  con  creces.
         Hasta  aquí  hemos  venido  considerando  formas  de  la  cuestiÓB
      “ ¿Qué  es  lo  real?”   o  bien  “ ¿De  qué  está  compuesto  el  mundo?”
      Éste  fue  el  problema  de  que  partió  la  filosofía  griega,  y  el  comienzo
      fue  brillante.  Nos  es  dado  ver  cómo  una  forma  de  respuesta  fue
      conduciendo  a  otra.  Pero  la  decepción  no  tardó  en  producirse,  y  la
      principal  corriente  de  la  filosofía  tomó  otro  rumbo.  Ya  avanzado  el
      siglo  V,  la  gente  decía,  con  Sócrates  y  la  mayoría  de  los  sofistas,  que
      tales  investigaciones  sobre  la  naturaleza,  el  mundo  y  las  estrellas  erais
      estériles.  Esas  cosas  — decían—   son  incognoscibles !  más  vale  ocuparse
      de  problemas  más  prácticos  y  más  dóciles,  como,  por  ejemplo,  la
      ética  y  la  política  y  la  naturaleza  del  alma;  lo  cual  es  justamente  lo
      contrario  de  lo  que  diría  un  moderno.  Para  nosotros  son  precisamente
      la  ética,  la  política  y  la  naturaleza  del  alma  las  que  plantean  los  pro
      blemas  de  imposible  respuesta;  la  ciencia  física  y  la  astronomía,  en
      cambio,  han  conseguido  ya  un  enorme  cúmulo  de  resultados  concre-
      tos  y  prácticamente  ciertos.  La  explicación  de  la  paradoja  es  bastante
      evidente.  Los  griegos  no  podían  llegar  muy  lejos  en  física  o,  de
     todos  modos,  en  los  vastos  problemas  que  quisieron  abordar  sin  dis­
      poner  de  todo  un  conjunto  de  instrumentos  científicos  para  la  obser­
      vación  exacta,  la  medición  y   la  experimentación  que,  claro  está,  no
      poseían.  De  aquí  que  después  de  la  primera  gran  explosión  de  curio^
     sidad  y  especulación  sobre  el  mundo  volvieran  los  filósofos  del  siglo  v
      a  los  estudios  que  dependían  principalmente  de  la  introspección,  de
     la  capacidad  de  razonar  y  de  la  imaginación.  El  equilibrio  lo  resta­
     bleció  hasta  cierto  punto  Aristóteles.
        Sócrates,  según  nos  dicen,  empezó  estudiando  física,  como  la  llama­
     ríamos  nosotros,  y  τα  μετέωρα,  cosas  del  firmamento,  como  astronomía ;
     después,  dándose  cuenta  de  que  no  sabía  nada  y  de  que  no  podía
     averiguar  nada  con  certeza,  pasó  a  una  nueva  forma  de  filosofía  que
     puede  denominarse  grosso  modo  análisis  de  la  introspección.  La  gente
     estaba  empleando  siempre  términos  como  “ bien”   y  “mal” ,  “justo"  t
     “ injusto” ,  “ bello”  y  “ feo” ,“   saber”   y   “ pensar”  ;  ¿qué  querían  decir
     en  realidad  con  estas  palabras,  y   qué  realidad  había  detrás  de  ellas?
     Es  el  paso  de  los  juicios  de  hecho,  que  parecen  inasequibles,  a  los
     juicios  de  valor  en  función  de  lo  humano,  a  los  que  quizá  quepa
     llegar.  La  cuestión  fundamental  ya  no  es  "¿qué  es  el  mundo?” ,
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